Para Roberto Remes, conocido como Rey Peatón, su gestión dentro de la Autoridad del Espacio Público (AEP) de la CDMX está llena de retos. Experto en el tema de movilidad, fue nombrado coordinador de la AEP el 14 de marzo pasado; desde esa fecha ha encontrado algunas deficiencias en cuanto a tiempos de realización de obras públicas o cobros que le parecen injustos.

 

En una entrevista con 24 HORAS, el funcionario señaló que hay muchas obras pagadas con trabajos pendientes como el jardín Pushkin (en la delegación Cuauhtémoc), las cuales tienen cierto desorden administrativo que debe resolverse.

 

Además, asegura que el esquema manejado por los parquímetros no ha sido el más adecuado, cómo la sanción aplicada a los automovilistas que se pasan “un minuto” del tiempo pagado: “Deberíamos ver si es viable jurídicamente que los autos que se pasen del tiempo puedan tener una tarifa más elevada, más no la multa”.

 

¿Cuál es tu evaluación de la AEP?

 

Hay un descubrimiento de cómo funciona el área, de talentos también; pero con cierta preocupación de algunos temas como publicidad exterior, que está muy enredado, que las atribuciones no son muy claras.

 

Lo primero que hice fue revisar números de los proyectos y, en términos generales, lo que encontrarás es que los proyectos de la AEP son más caros que otros; pero también son de otra calidad, la calidad que aspiramos tener en toda la ciudad.

 

En parquímetros, el esquema de permisionamiento no ha sido el más adecuado: la contraprestación es muy cómoda para el permisionario y también debería haber una mejora tecnológica en la medida en que normalmente los usuarios del parquímetro ya traen un teléfono inteligente; de esto no hay un vínculo.

 

También me parece que hay severidad en cuanto a que los usuarios que se pasan un minuto tengan una multa tan cara. Deberíamos ver si es viable jurídicamente que los autos que se pasen del tiempo puedan tener una tarifa más elevada, más no la multa.

 

¿Notaste algún mal ejercicio de recursos?

 

Sí hubo problemas administrativos en las obras, lo cual no significa que haya habido un mal manejo de recursos, esto me dice que simplemente la entidad podría operar con procedimientos y no lo hace.

 

Yo creo que proyectos que se van cambiando sobre la marcha obligan a un cambio en los presupuestos, y esto a su vez obliga a documentar todo lo que se hace y, si no está bien documentado, vamos a tener observaciones de Contraloría, de Auditoría Superior; pero también son esos márgenes discrecionales si no sabes si le quitaste o le pusiste un costo al contratista (…).

 

Lo que yo veo es obras pagadas con trabajos pendientes, esto se tiene que resolver, si no va a terminar con una sanción para alguien.

 

 

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¿Hay una centralización de los proyectos?

 

Sí, en parte porque si revisas las funciones de la Autoridad del Espacio Público, algunas tienen que ver con atención a la infraestructura turística de la ciudad: Madero es turismo, Corregidora es turismo, Monumento a la Revolución es turismo.

 

Puede que haya habido parques de bolsillo en Iztapalapa, en Coyoacán, pero ni siquiera estas acciones han llegado a todos los rincones. Y sobre los parques de bolsillo, hay una resistencia del área porque administrativamente son muy complicados, lo que se pensaba originalmente de que con algunos cuantos recursos pudieras llegar a todas las colonias de la ciudad y tener alguna acción de impacto, pues resulta que tienen tal complejidad administrativa que prefieres hacer cosas más grandes.

 

¿Qué proyectos ya están pagados y no se han concluido?

 

Yo creo que son cada una de las obras que estás viendo. En Parque Pushkin te vas encontrar con cierto desorden administrativo; hay que corregirlo y ojalá no llegue a sanciones, amonestaciones ni denuncias contra nadie.
Ojalá nosotros logremos contener las problemáticas antes de que las auditorías nos señalen tal o cual irregularidad. Ahora, las auditorías muchas veces son preventivas.

 

¿Qué tan susceptibles son los cambios a los proyectos?

 

A veces te encuentras con cosas que no sabías que existían. Esos descubrimientos te frenan el calendario de obra, te generan costos adicionales, te obligan a modificar el proyecto y simplemente lo tienes que documentar bien. A veces el error que se comete es no documentarlo.

 

¿Ya están liberados los recursos obtenidos de los parquímetros?

 

Tenemos asignados alrededor de 100 millones de pesos, y en los próximos días, alcanzaríamos dos terceras partes de esos recursos aprobados por los comités de transparencia; pero tenemos que llegar al 100%.

 

Tengo que dedicar un mes a la elaboración de proyectos ejecutivos y estar entregando carpeta de licitación, a principios de julio, para iniciar obras en septiembre y terminarlas en diciembre, con todo lo que implica en términos de supervisión; esas son grandes dificultades.

 

Sí vamos a poder ejercer 100% de los recursos de los parquímetros, sería un error tener que devolverlos a la Secretaría de Finanzas, porque además queda marcado como si fuera presupuestal si lo devolvemos y eso no es correcto; pero tenemos que hacer el esfuerzo para que se aprueben.