Los enfrentamientos entre simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Policía Federal dejaron como saldo seis personas muertas, 94 lesionados y 21 detenidos, informó el gobierno de Oaxaca. El choque entre ambos grupos fue en el entronque Asución-Nochixtlán, a la altura de Nochixtlán, vía de acceso a la refinería de Salina Cruz que abastece a la región de combustible.

 

El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, informó que la llegada de la Policía Federal fue a su solicitud, con el fin de despejar el tramo carretero bloqueado desde la semana pasada y así garantizar el suministro no sólo de gasolina, sino de todos los productos de primera necesidad. Luego de la jornada, se reportó que 130 pipas salieron de la planta petroquímica escoltadas por la Policía Federal.

 

La maniobra policíaca provocó la resistencia de los maestros, iniciando el enfrentamiento que dejó a media docena de muertos, de acuerdo a información del gobierno estatal: Antonio Pérez, estudiante de secundaria; Andrés Aguilar Sanabria, maestro de educación indígena; Yalid Jiménez Santiago; Anselmo Cruz, comerciante; Jesús Cadena y Oscar Nicolás.

 

 

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La polémica por las armas

 

Eligio Hernández, secretario de prensa de la Sección 22 de la Coordinadora, aseguró que en el desalojo los uniformados usaron armas de fuego e, incluso, en redes sociales y agencias noticiosas circularon fotografías de policías federales disparando a manifestantes.

 

Ante dichas acusaciones, el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo durante una conferencia de prensa por la noche que ninguno de sus elementos estaba armado, algo que certificó un notario público, y que si hubo disparos en el desalojo fue por parte de civiles ajenos tanto a la policía como a los manifestantes. Más tarde rectificó y admitió que sí hubo elementos armados. “Al final, muy al final, llegó en apoyo un grupo de la PF que portaba sus armas de cargo. Ya había pasado todo, ya habíamos ordenado el repliegue de todas las policías”.

 

Nochixtlán no fue el único lugar donde los policías se enfrentaron a maestros. En los municipios de Oaxaca y Juchitán también hubo choques, destacando que en este último sitio el reportero Eligió Ramos Zárate fue asesinado.

 

Medios locales informaron que el periodista Ramos Zárate fue asesinado mientras cubría un asalto en una tienda de conveniencia, en el crucero de Juchitán a Ixtepec. En el mismo evento falleció Raúl Cano López, hermano del director del periódico Hechos.

 

Todo está en normal: Cué
A pesar de estos enfrentamientos, el gobernador Cué aseguró que la vida en Oaxaca sigue su curso normal, pues la gran mayoría de escuelas están abiertas y pese a las manifestaciones en otros puntos no hay señales de violencia.

 

“La ciudadanía tiene que seguir su vida normal, el 98% de las maestras y maestros están dando clases”, dijo el mandatario.

 


El enfrentamiento generó diversas acciones y comentarios:

 


La CNDH interviene.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que envió un número importante, sin mencionar cuántos, de visitadores adjuntos, peritos y personal de apoyo al estado de Oaxaca, para reforzar al personal que en días pasados se encontraba en el estado para supervisar cómo se desarrollan las protestas magisteriales.

 

La Iglesia, presente. El sacerdote y activistas Alejandro Solalinde denunció en redes sociales que además de usar armas de fuego, policías federales impidieron por un par de horas el paso delos cuerpos de emergencia que se dirigían a Nochixtlán, por lo que los heridos fueron atendidos en la parroquia del pueblo.

 

 

Las cifras del conflicto

 

8 días llevaban los maestros manifestándose en Nochixtlán.

 

2 horas duró el enfrentamiento de la tarde del domingo.

 

30 heridos dejó el enfrentamiento entre la CNTE y la PF.

 

21 personas fueron detenidas por los hechos de ayer.