MANILA. El grupo yihadista filipino Abu Sayyaf amenaza con asesinar a otro de los rehenes que mantiene cautivos tres días después de haber ejecutado al canadiense Robert Hall al no recibir un rescate en el plazo exigido, reportan este jueves medios locales.

 

“Vamos a publicar en internet un nuevo video con otro ultimátum. Si no hay un rescate, habrá otra decapitación”, dijo al diario filipino Inquirer el portavoz de Abu Sayyaf, Abu Raami.

 

Los yihadistas aun retienen al noruego Kjartan Sekkingstad y a la filipina Marites Flor en la isla de Sulu, al suroeste del país, donde además de ejecutar a Robert Hall el pasado lunes, ultimaron al también canadiense, John Ridsel, el pasado 25 de abril.

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La presidencia de Filipinas confirmó y condenó el martes la muerte de Hall a manos de los rebeldes islamistas tras vencer el plazo impuesto para el pago de un rescate.

 

Los cuatro fueron secuestrados por hombres armados en septiembre en un complejo hotelero de la isla meridional de Samal, y Abu Sayyaf pidió 6.4 millones de dólares (300 millones de pesos filipinos) por cada uno de los ciudadanos occidentales.

 

“Lo único que puedo decir es que si no se hace lo que piden, seremos ejecutados”, dijo por teléfono Sekkingstad.

 

Desde marzo, cuando Abu Sayyaf comenzó sus amenazas contra estos rehenes, el Ejército filipino ha lanzado sin éxito varias ofensivas para tratar de encontrar a los rebeldes o acabar con ellos.

 

“El secuestro es un problema muy complicado. Entiendo las dificultades (de perseguir a Abu Sayyaf)”, dijo ayer el presidente filipino, Benigno Aquino, que se reunió ayer en Sulu con las fuerzas de seguridad implicadas en estas operaciones.

 

“Pero si pagamos rescates, sólo va a empeorar el problema y animará a otros (a llevar a cabo secuestros)”, añadió.

 

Abu Sayyaf nació en 1991 por excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en Filipinas.

 

El grupo recurre a los secuestros para financiarse, y en la actualidad retiene, además del noruego y la filipina, a un japonés y a un holandés.