Tras la jornada electoral del 5 de junio estalló un escándalo en el INE. Resulta que Gisela Moreno Penna, directora de Información, es acusada de espionaje político en contra de altos funcionarios del instituto, incluido a su propio jefe, Alberto García Sarubbi, coordinador de Comunicación Social del instituto y quien ayer, extrañamente, fue cesado de sus funciones por el consejero presidente, Lorenzo Córdova. Se prevé que el conflicto crezca porque un grupo de trabajadores elaboró una carta para protestar por la medida. ¿Será?

 

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Morena cobra sin trabajar

 

Pocos entienden cuál es la verdadera estrategia de Andrés Manuel. A saber: sin que se lo hayan pedido, anunció que defenderá a dirigentes de la CNTE acusados de lavado de dinero; su bancada se abstuvo de votar el desafuero de la Chapodiputada y ayer se ausentó a la hora de votar la Ley 3 de 3 en el Senado. Algo parecido ocurre en la ALDF, en donde no trabajan ni en comisiones. Eso sí, van y cobran puntualmente sus dietas, además de los 380 millones de pesos que recibirán de prerrogativas este año. ¿Alguien sabrá a qué juega Morena?

 

 

 

Pasividad en Sinaloa

 

Nos cuentan que para garantizar en tiempo y forma la notificación del desafuero de la diputada Lucero Sánchez, vinculada al Chapo Guzmán, y evitar pretextos, como lo publicamos ayer, la Cámara de Diputados envió a dos personas acreditadas en su nómina a entregar el papel al Congreso de Sinaloa, y de esta manera respaldar el acuse de recibo; sin embargo, en la Legislatura local no pasa nada y quién sabe si pasará. ¿Será?

 

 

 

No todo son enfrentamientos

 

Representar a trabajadores de empresas públicas o alguna institución no significa enfrentamiento. Cuando existe voluntad se pueden conciliar los intereses del sindicato y el patrón. Por ejemplo: mientras la CNTE sale a bloquear avenidas, tomar edificios y trasquilar a quienes piensan distinto a ellos, el SUTERM avanza en negociaciones con la CFE para alcanzar las metas de la reforma energética, sin dejar de pensar en los empleados. Pero para eso hace falta pensar más allá de los intereses de los líderes. ¿Será?