La sustitución de microbuses por autobuses es insuficiente para mejorar la movilidad, pues hace falta un esquema de adecuación de infraestructura, así como planes de financiamiento que permitan saber si es necesario o no subir la tarifa del transporte, opinaron expertos del Centro de Transporte Sustentable Embarq.

 

En el marco de la presentación del Proyecto Avenues, Adriana Lobo, directora de CTS Embarq, consideró que en la Ciudad de México hay un desfase tarifario en el cobro de transporte,  pues actualmente la tarifa no permite tener un buen servicio.

 

“Hoy en día lo que estamos pagando no permite un servicio de calidad; sin embargo, cada vez que se habla de sistemas de subsidio de transporte hay que ser muy delicados, porque ha servido más para financiar la ineficiencia que para realmente mejorar el servicio. Entonces el plan es cómo mejoro el servicio y ya de ahí calculo cuánto me cuesta, cuánto puedo percibir y, si tengo un servicio más alto, de cuánto será el costo”, dijo.

 

El transporte público sólo tiene dos fuentes de ingreso, la que viene de la tarifa y la del dinero público. Cuando hay insuficiente dinero en el sistema, se arriesga la calidad del transporte, señaló.

 

Consideró que no se puede dar una cifra de Cuánto tendría que aumentar una tarifa, porque para ello se necesita primero tener toda estructura de costos y el método de financiamiento.

 

“El plan es cómo mejoro el servicio y a partir de eso calculo cuánto me cuesta”, dijo.

 

El director de Sistemas de Integrados de Transporte de CTS-Embarq, Fernando Páez, explicó que no es novedoso el plan de sustituir los microbuses por nuevas unidades, pues esta política pública está incluida en la Ley de Movilidad.

 

Detalló que deben haber apoyos para renovar los 27 mil vehículos que requieren ser cambiados. En ese sentido, aseveró que hace falta saber cómo se logrará la renovación.

 

“¿De qué depende la tarifa? De lo que me cueste movilizar a un pasajero, ¿qué incluyo ahí? La inversión, el mantenimiento y la operación”, dijo.  dmh