La calidad crediticia seguirá débil para las compañías petroleras nacionales (NOC, por sus siglas en inglés) de América Latina hasta por lo menos a mediados de 2017, conforme se vean afectadas por la baja liquidez y la flexibilidad financiera limitada, señala Moody’s Investors Service.

 

La calificadora internacional de riesgo crediticio destaca que el reciente incremento de los precios del petróleo ofrecerá un alivio mínimo al estrés que ha ocasionado al sector la caída de largo plazo de los precios del energético.

 

Desde el inicio de este año, Moody’s bajó las calificaciones de seis de las 14 compañías petroleras nacionales de América Latina que evalúa, entre ellas Pemex (Baa3 negativa), la brasileña Petrobras (B3 negativa) y la venezolana PDVSA (Caa3 negativa).

 

En un reporte, la agencia evaluadora indica que ocho de estas compañías también tienen perspectivas negativas, que reflejan los desafíos que estas compañías tendrán en el futuro.

 

Esto, incluso si los precios del petróleo se recuperan, es decir, “sus estructuras de costos rígidas, tendencias negativas en producción y reemplazo de reservas”, expuso la analista de Moody’s, Nymia Almeida.

 

Al igual que los bajos precios del petróleo, las compañías latinoamericanas han sido afectadas por tipos de cambios volátiles, según el reporte de Moody’s.

 

Señala que la devaluación de las monedas locales con relación al dólar estadunidense, ha tenido un impacto considerable sobre la generación de efectivo proveniente de combustibles y otros productos refinados.

 

Esto ocurre porque, si bien los negocios de distribución de las NOC compran petróleo a precios expresados en dólares estadunidenses para producir sus productos refinados, la mayor parte de los combustibles producidos son vendidos en monedas locales, explica.

 

En términos generales, apunta, las compañías no han ajustado los precios de sus combustibles en línea con esas fluctuaciones cambiarias.

 

Considera que las compañías petroleras nacionales de Latinoamérica también seguirán recortando sus gastos de capital para proteger la liquidez, lo cual reducirá la producción y el reemplazo de reservas en el mediano plazo, en particular para Pemex y la colombiana Ecopetrol (Baa3 negativa).

 

Añade que las ventas de activos y la reducción de los gastos operativos hasta mediados de 2017 conducirán a riesgos de ejecución y, debido a que ninguna compañía petrolera nacional de América Latina tiene efectivo suficiente para cubrir su flujo de efectivo libre negativo en los próximos años, los indicadores crediticios se deteriorarán para todas. | A.V