En 1982, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró la conmemoración del 4 de junio para hacer un llamado de atención a la comunidad internacional sobre la situación de niñas, niños y adolescentes palestinos y libaneses víctimas inocentes de los actos de agresión de Israel.

 

Asimismo, hizo patente el compromiso asumido en la Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959, en la cual se estableció que toda niña o niño debería gozar de protección especial –instrumento internacional antecesor de la Convención sobre los Derechos del Niño–, esta última, ratificada por el Estado mexicano.

 

Actualmente, informó en un comunicado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se ha ampliado el objetivo de la conmemoración –4 de junio–, para reconocer el dolor que sufren niñas, niños y adolescentes víctimas de toda forma de violencia en el mundo y proteger los derechos humanos de la niñez y adolescencia en los países que integran las Naciones Unidas, como el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión.

 

En México, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que las personas menores de 18 años tienen derecho a una vida libre de violencia, a la integridad personal, y a no ser víctimas de ninguna forma de maltrato, abuso o explotación.

 

Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de 2015, México ocupó el primer lugar –entre 33 países miembros– en abuso sexual, violencia física y homicidios de niñas, niños y adolescentes menores de 14 años.

 

También en ese año, el Instituto Nacional Electoral (INE) organizó la Consulta Infantil y Juvenil en la que participaron dos millones 916 mil 686 personas menores de edad, quienes expresaron su percepción acerca de la violencia en la familia, escuela y su comunidad.

 

En la categoría de 6 a 9 años (un millón 140 mil 516 participantes), 11.9% de los consultados dijo ser golpeado(a) por su familia, 10.9% haber sufrido ofensas por parte de maestros(as), y 75.4% manifestó no sentirse seguro(a) en la calle.

 

El 14.9% de las niñas, niños y adolescentes entre 10 y 13 años (un millón 49 mil 709 participantes) externaron haber sufrido violencia física, 19.5% violencia sexual, y 59.7% dijo no sentirse seguro(a) en la calle.

 

En el rango de las y los adolescentes de 14 a 17 años (487 mil 600 participantes), el 31.3%dijo haber recibido ofrecimientos de drogas, el 4.0% señaló haber sido obligado a formar parte de grupos delictivos, y el 70.3% aseveró no sentirse seguro(a) en la calle.

 

En 2010, el INEGI destacó que un 24.1% de la población nacional justifica pegarle a niñas, niños y adolescentes como método disciplinario; mientras que en marzo del año en curso la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) publicó el 1er Diagnóstico sobre la atención de la Violencia Sexual en México, en el que se estimó que cuatro de cada 10 personas víctimas de violencia sexual son menores de 15 años de edad.

 

La CNDH rechaza categóricamente cualquier forma de violencia contra la niñez y adolescencia, como lo ha expresado en múltiples ocasiones Luis Raúl González Pérez, presidente de este Organismo: “Todas las formas de expresión de la violencia contra niñas, niños y adolescentes son inaceptables; no hay nivel alguno que pueda ser autorizado”.

 

En la tarea de garantizar a niñas, niños y adolescentes una vida libre de violencia, las familias, la comunidad y el Estado debemos trabajar conjuntamente para generar una cultura de paz, en la prevención, en la denuncia de los casos de violencia, y en reconocer que son sujetos de derechos. (Con información de Quadratin)