Hace unos días se nombró, como ya lo vieron en la portada, a Mayra González como CEO de Nissan mexicana. Se hizo gran alboroto y las felicitaciones no pararon, pues es claro que Mayra hace historia y da orgullo. Lo que quisiera es que diera orgullo simplemente por ser mexicana, no por ser mujer.

 

Lo voy a explicar mejor. Para mí que la nota sea que una mujer presidirá a la armadora, en vez de que la noticia gire en torno a una gran trabajadora, a alguien que se la ha rifado con la marca, a alguien que ha construido una de las mejores estrategias de mercado, es restarle importancia.

 

Voto por celebrar los logros por igual, por celebrar a mexicanos que hacen historia, sean hombres, mujeres o quimeras.

 

Así que hablando de mexicanos que hacen historia, hoy recuerdo a Ernesto Hernández, quien ahora es CEO de General Motors de México. Durante años trabajó hombro a hombro con Grace Liblein, quien al irse a presidir General Motors Brasil dio paso a una de las mejores épocas de GM en nuestro país al mando de Ernesto, un  orgulloso ex politécnico, mexicano exitoso, divertido, brillante y, de paso, buen cuate, compañero de grandes anécdotas como cuando escapamos a medio autoshow de Detroit para ir a conocer la fábrica de unos relojes… Pero esa es otra historia. El punto es que espero que pronto un día nos dé gusto el éxito por igual, que el que una mujer tenga un puesto poderoso sea noticia tan solo por ese hecho y no por su “calidad de mujer”.

 

Así que hoy aprovecho este Macanazo para felicitar a dos mexicanos que han hecho historia al ponerse al frente de armadoras tan importantes en México y que juegan un papel fundamental a nivel mundial para cada una de las marcas a las que representan. De paso los invito a ustedes que están leyendo a celebrar el éxito por encima del género no vale más un logro por ser mujer ni menos por ser hombre. Voto también para que el camino al éxito sea igual de difícil para todos.

 

P.D. Espero que mis colegas que viven para cuestionar a las mujeres que trabajamos en esta industria se abstengan de hacerle preguntas sobre mecánica a Mayra González, como lo han hecho con algunas compañeras y hasta conmigo para sentir que ellos saben más que nadie. ¡Qué oso!