Un tweet del Guadalajara celebró que Carlos Gullit Peña había sido convocado para jugar Copa América Centenario con la selección nacional.

 

¿Un solo seleccionado dentro de un listado de 23 futbolistas? ¿Eso ha de propiciar euforia? ¿Esa cuota ha de bastar al equipo con tradición más mexicana, que en alguna época (lejana, sí) fue base y médula del Tricolor?

 

La realidad es que el Rebaño tiene un rato sin contar con varios jugadores que puedan considerarse máxima élite del futbol mexicano; decir lo contrario, es pretender engañarnos.

 

Eso nos lleva a otro tema de esta misma semana, justo cuando sigue supurante la eliminación a manos del América y después de una temporada de desempeño superior al previsto (aunque lejano aún del soñado): que el Guadalajara tiene un buen presupuesto asignado para reforzarse: si Jesús Dueñas, si Luis Montes, si Javier Aquino, si Rodolfo Pizarro, si Alan Pulido.

 

Hablamos todavía de supuestos, pero de concretarse dos o tres altas de ese nivel, se avecinaría el mejor Rebaño en mucho tiempo; la afición rojiblanca podría volver a creer en algo que no sea meramente eludir el descenso o la mediocre conformidad de colarse a una liguilla.

 

La cantera chiva continúa generando como pocas. La diferencia entre el aprovechamiento o el desperdicio de sus productos, es qué tan arropados emerjan en el primer equipo. Hubo muchos jóvenes en los últimos años que se quemaron al cargar prematuramente con responsabilidades que no les correspondían. Eso cambia con una columna vertebral con jugadores experimentados y de calidad contrastada.

 

La mejor noticia que ha tenido el Rebaño en este torneo, ha sido constatar que a sus seguidores no les basta con derrotas honrosas en cuartos de final o con títulos menores como la Copa Mx: esa tradición, ese escudo, ese historial, esa repercusión social y popular, obliga a mucho más.

 

Demostrado que el proyecto de Matías Almeyda va al alza tanto en concepción como en ejecución, el esfuerzo económico no puede frenar ahora.

 

Las Chivas de este mayo de 2016 han dado un par de pasos de calidad respecto a las que cerraron el semestre anterior. Como sea, eso no alcanza: es el momento de trepar por los siguientes escalones.

 

Hoy, los cuatro primeros clasificados –Monterrey, América, Pachuca y León– más algunos otros como Tigres, cuentan con planteles superiores al del Guadalajara. Se sobreentiende la problemática chiva de no utilizar a extranjeros (y ya he dicho muchas veces que es preferible respetar una esencia, incluso a costa de protagonismo o trofeos), pero es el momento de avanzar más casillas. ¿Por qué? Precisamente porque hoy se está mejor, pero no aún como se debe. Precisamente porque incluso estando mejor no se pelea el título y se tiene que festejar el aportar a un solo futbolista a la Selección mayor.

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