En un partido de dos facetas, Oklahoma dio la campanada de la jornada al derrotar a los Warriors por 108-102 y el campeón y favorito para repetir el título, ya está abajo en el Oeste.

 

Lo peor de la derrota es que se dio en la Oracle Arena, casa de Golden State. El primer tiempo fue un auténtico día de campo para Warriors, pero Westbrook despertó en el complemento y la noche se convirtió en una pesadilla para los dirigidos por Kerr.

 

Con apenas unos segundos en el reloj, Curry intentó un tiro de tres que ni al aro llegó y así se cerró la caída.