El gobierno de Abdel Fatah Sisi omitió responder al reclamo que hizo la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu sobre la falta de claridad en las investigaciones egipcias sobre el ataque que recibió un grupo de  turistas mexicanos, en septiembre de 2015.

 

En esa agresión dirigida por un helicóptero militar fallecieron ocho mexicanos y seis más resultaron heridos después de que se internaron en una zona de conflicto entre el Ejército egipcio y milicianos islamistas libios.

 

Según el gobierno de Egipto, los turistas mexicanos pretendían visitar un oasis en el desierto, ubicado a 600 kilómetros al oeste de El Cairo; sin embargo, la falta de alimento los obligó a salir del camino permitido.

 

La tripulación de un helicóptero militar los confundió con islamistas libios y descargó su artillería destruyendo los vehículos 4X4 en donde viajaba la caravana mexicana.

 

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Según la versión oficial del gobierno militar de Abdel Fatah Sisi, el piloto que disparó contra los turistas mexicanos no podrá ser castigado debido a que él sólo cumplió con su deber de atacar cualquier movimiento no autorizado en esa zona cercana a la frontera con Libia.

 

Y es que desde la primavera arabe en 2011, Egipto ha padecido la barbarie de los grupos islamistas que operan en el occidente del país.

 

El Estado Islámico ha pretendido desestabilizar las pequeñas poblaciones que habitan la frontera.

 

Desde entonces, la economía egipcia se ha desmoronado en varios sectores clave para país. El más perjudicado ha sido el turismo. Antes de la caída de Hosni Mubarak en marzo de 2011, el país recibía 14 millones de turistas al año. Hoy sólo llega menos de un millón.

 

Hace cinco años, el turismo en Egipto reportaba 14 mil millones de dólares anules, casi 20% de su Producto Interno Bruto. Hoy la ocupación hotelera difícilmente rebasa 30% en ciudades como El Cairo, Luxor, Aswan, Abydos y Dandara.

 

 

 

Otro dato dramático que refleja la gravedad del problema es la cantidad de barcos turísticos que navegaban por el río Nilo. Antes de la primavera Arabe, eran 400; hoy no son más de 20. Antes los templos de Abu Sim Bil, Guízar o Luxor, por ejemplo, eran visitados por miles cada día. Hoy, si acaso, son 20 los turistas que los visitan cada 24 horas.

 

En cuanto al turismo mexicano en Egipto la caída ha sido más vertiginosa, desde el ataque a los expedicionistas nacionales en septiembre pasado. Según Yasser Walid Al Sanner, un guía de turistas en Luxor, durante el régimen de Mubarak, cerca de un centenar de mexicanos visitaban Egipto cada mes; hoy son menos de 10 los mexicanos que viajan a este país arabe en el mismo lapso.

 

“Ojalá y regrese el turismo” comentó Yasser Walid, “ la economía de millones de egipcios depende los visitantes” continuó el guía árabe mientras observaba el templo erigido a Ramsés II en Abu Sim Bil sin visitantes extranjeros. Antes de la llegada de Los Hermanos Musulmanes al poder en 2011, Abu Sim Bil era visitado por millones de turistas cada año.

 

 

Según la prensa local, el gobierno egipcio tardará algunos meses más para determinar si la tragedia de los turistas mexicanos ocurrió por la irresponsabilidad de la agencia de viajes que arregló la visita a una región en conflicto del país árabe o si fue un error del piloto del helicóptero militar que los atacó sin medir las consecuencias de asesinar a extranjeros inocentes ajenos a cualquier conflicto entre Egipto y libios islamistas.

 

Hosni Mubarak, expresidente

 

Estuvo 30 años en el poder, su régimen cayó con la primavera árabe 2011.

 

Actualmente está absuelto de los cargos de homicidio y corrupción.

 

Vive enfermo en un hospital militar de El Cairo.

 

Mohamed Moursi, expresidente

 

El primer Presidente electo por los egipcios.

 

Actualmente está preso, acusado de generar violencia entre la población.

 

Moursi representaba a los hermanos musulmanes.