El escritor mexicano Carlos Fuentes (1928-2012) quería morir escribiendo y así parece pues aunque cumplió su cuarto aniversario luctuoso sus letras siguen dando de qué hablar, de ahí que a finales de mayo o principios de junio llegará a las librerías mexicanas su libro “Aquiles o el guerrillero y el asesino”.
Así lo dio a conocer la víspera su viuda, la periodista y escritora Silvia Lemus, en una mesa homenaje en el Palacio de Bellas Artes, donde se leyeron fragmentos de varias obras, y participaron la cantante Cecilia Toussaint, el escritor Ignacio Padilla y el historiador Federico Reyes Heroles.
De acuerdo con Lemus, es un libro sobre un gran líder colombiano, Carlos Pizarro, quien tras entregar las armas para poner un fin a las guerrillas y tratar de conseguir la paz, fue asesinado en un aeroplano, en un viaje en el interior de Colombia para comenzar su campaña como presidente de la República.
“Era un gran personaje, un héroe trágico, moderno y Carlos Fuentes estuvo impresionado por él”, comentó la periodista sobre la publicación.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, en el acto “Carlos Fuentes está hoy aquí”, los escritores Ignacio Padilla, Federico Reyes Heroles y la actriz Cecilia Toussaint leyeron partes de tres textos póstumos del autor de La región más transparente: Federico en su balcón (2012), Pantallas de plata (2014) y Personas (2012).
Padilla aprovechó para externar su emoción respecto a que “Aquiles o el guerrillero y el asesino” pronto sería publicada, pues, dijo, recordaba que en el 2002, en Tampico, Tamaulipas, en el encuentro de escritores Letras en el Golfo, Fuentes leyó fragmentos de ese libro.
“Muchos años después le pregunté sobre qué había pasado con ese libro sobre Colombia, pensé que lo había dejado… que no iba a concluirlo, me da mucho gusto, en recuerdo a ese pasaje particularmente violento que es el del asesinato del protagonista en un avión”, expuso Padilla.
El escritor, considerado uno de los máximos exponentes de la generación del crack, quien dio lectura a un fragmento de “Pantallas de plata”, mencionó que Carlos Fuentes además de extraordinario escritor fue un magnífico actor, con un peso escénico tremendo, con fortaleza inaudita. “Siempre estuve convencido que fue un protagonista de la literatura universal, pero también un hombre de cine”, aseveró.
Para Padilla, Fuentes empezó a hablar de sí mismo a través de su idea del cine, no de la literatura, “utiliza el cine para hablar de yo y lo mío, es algo que no aparece en sus ensayos políticos y demás. Me parece que es en el cine donde está el Carlos Fuentes más libre y gozoso”, consideró.
Lemus, por su parte, recordó que Fuentes tenía capacidad de trabajo, que nació para ser un escritor, que se preparó desde niño…logró ser un joven que leía con todo eso que había acumulado, esa multicultura, podemos decir que era un joven globalizado”, describió.
Federico Reyes Heroles, antes de leer algunas líneas de la publicación Federico en su balcón, recordó una conversación con Carlos Fuentes, el lunes 14 de mayo de 2012, cerca de las 13:45 horas.
“Lo oí animado, me platicó del baile del centenario, próximo proyecto en mente, del peso físico de los libros que tenía que leer para esa novela, alrededor de 30 kilos. Me dijo: “Imposible llevarlos a Londres. En México no se puede trabajar bien, la vida social es muy intensa”, se quejó. Le repliqué que él era el primer provocador de esa vida social. Se rió. Quedamos de ir al teatro y quedó en disparar la cena.
“El martes 15, sentado en mi escritorio recibí la llamada. Ha muerto. No salía yo del azoro, sí, se murió Carlos. Nos engañó, se veía tan bien, mostraba tanta energía, su actividad era tan intensa que nunca dejó asomar ni cansancio ni aviso de que sentía llegar el fin”, compartió el comentarista.
Finalmente, Cecilia Toussaint leyó fragmentos de Personas, del que destacó la siguiente cita: “La literatura es el aposento de una sensibilidad verbal sin la cual desertamos el don mayor de los seres humanos: comunicarnos con palabra, porque cuando mueren las palabras sobrevive la selva salvaje de la violencia, la ignorancia y la guerra de todos contra todos”.
tpc