Al concluir abril y el primer cuatrimestre de 2016, caracterizado por una gran volatilidad, la sorpresa es el cambio en el tono de la Fed hacia una normalización en tasas más gradual y en función del entorno global.

 

La posición de la Fed generó una fortaleza del dólar durante 2014 y 2015, cuando registró alzas de hasta 25% frente a la canasta de divisas, aunque tuvo un efecto “negativo” en la economía americana, que se desaceleró al menos hasta el primer trimestre del presente año.

 

En México, la baja inicial del petróleo alertó lo que Pemex tenía que enfrentar: una caída en ingresos y una necesidad urgente de reducir gastos administrativos y no estratégicos ante un nuevo entorno mundial. Ello aceleró la presión en el riesgo país de México y en sus indicadores de solvencia. Moody’s cambió la perspectiva de la calificación crediticia de nuestro país a negativa. Veremos si el peso tiene el potencial para mantenerse cerca de 17.00 o vuelve una presión externa que lo lleve de nueva cuenta arriba de 17.60.

 

El gobierno federal, a través de la SHCP, actuó rápido en coordinación con el Banxico para anunciar reducciones en el gasto público por 132 mil millones de pesos, aumentar la tasa de interés 50 puntos base y llevarla a 3.75% y modificar el esquema de intervenciones del banco central en el mercado pasando de subasta con precio mínimo a intervenciones discrecionales sin monto específico.

 

El Banxico anunció la transferencia de 239 mil millones de pesos a la SHCP con la idea de reducir la deuda y mejorar el perfil de vencimientos. El viernes pasado, dicha secretaría anunció cambios en las subastas a partir de mayo y junio dejando pendientes las del segundo semestre del año. Esto ayudó a reducir el “spread” o variación entre las tasas de México y Estados Unidos. Habrá menos monto a subastar buscando con ello limitar cualquier presión de alza en tasas de interés en el mercado secundario.

 

El mercado accionario terminó abril con un acumulado directo en rendimiento del IPC de 6.53% siendo uno de los mejores mercados en su comportamiento. Asimismo, concluyó la entrega de reportes corporativos del primer trimestre del año. En general vimos resultados positivos en un buen número de empresas. Sectores como el de aeropuertos, el comercial, el financiero, Fibras y parte del industrial presentaron mejoras especialmente en flujo operativo y en ingresos. Algunos reportes como el de AMX decepcionaron y repercutieron en bajas importantes. En el caso de Televisa un análisis más en forma mostró mejoría. Walmex retomó el rumbo de crecimiento y rentabilidad. Empresas que han hecho adquisiciones como Alsea y Arca Contal, entre otras, reflejaron beneficios en su estructura financiera y de negocio, así como compañías exportadoras como Nemak, Rassini y Gruma.

 

El mercado accionario se ha consolidado por algunas semanas y dependerá del dólar y de las bolsas americanas para evaluar si tiene capacidad para alcanzar máximos históricos.

 

Parece que mayo y junio pudieran ser difíciles para los mercados en EU y ello sería una limitante para seguir ganando terreno en el peso mexicano, en las tasas de interés y en el mercado accionario. Serán los datos de empleo y de servicios los que nos ayuden a ver si la economía americana retoma un crecimiento más vigoroso, o la desaceleración continuará, al menos, hasta junio próximo.