Los especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en temas legislativos de la UNAM, Khemvirg Puente y Víctor Manuel Muñoz Patraca, coincidieron en que la aprobación del Código de Ética de la Cámara de Diputados es “sólo el primer paso” para regular el comportamiento de los legisladores y atender la demanda de rendición de cuentas de la sociedad mexicana.

 

Sin embargo, advirtieron que hace falta fortalecer el ordenamiento naciente con el fin de que sea un comité ciudadano el que aplique las sanciones e incluir en el catálogo de actividades sancionables las prácticas dilatorias para evitar la aprobación en tribuna de leyes importantes.

 

Khemvirg Puente, cuya línea de investigación es la transparencia en órganos legislativos mexicanos, consideró que el Código de Ética aprobado “no es suficiente”, ya que los esfuerzos que se han hecho en el mundo indican que deben ser ciudadanos independientes o un comité externo el que valore si procede o no una sanción.

 

En el caso de la Cámara de Diputados será la mesa directiva -bajo el control de manera rotativa de un grupo parlamentario- la que aplique o no las sanciones.

 

“La aprobación de este Código me parece que es un reconocimiento que hacen los propios legisladores a la desconfianza y mala evaluación que tienen por parte de la ciudadanía. Y a partir de ello, lo que proponen son algunas medidas de emergencia para presentarse con otro rostro frente a la sociedad; es buen paso, pero lo que necesitan ahora es cómo ese Código empieza a ser un verdadero código de conducta y no simplemente un trozo de papel”, demandó Puente.

 

El nuevo reglamento interno de San Lázaro establece un catálogo de conductas que podrá ser sancionado. Habrá tiempos y procedimientos de desahogo; amonestaciones públicas o privadas, posibles remociones de las comisiones y los cargos internos, incluso, descuento a dietas en los términos que marca la Constitución.

 

El Comité de Ética se integrará por el Comité de Decanos y un diputado representante de cada grupo parlamentario. Se organizará por un presidente y dos secretarios electos por el Pleno de la Cámara. Un vicepresidente, el presidente del Comité de Decanos, quien sustituirá al presidente del Comité de Ética en sus ausencias.

 

Y se instalará dentro del primer mes del primer año de ejercicio constitucional de la Legislatura de que se trate, y sesionará al menos una vez al mes y cuantas veces sea necesario cuando se desahoguen procesos de investigación.

 

Muñoz Patraca explicó que es necesario voltear a ver todas las normatividades sobre el tema, como la de Estados Unidos. Asimismo, evaluar cómo funciona el Comité de Ética, con el fin de que éste no sea letra muerta.