El grito de los comerciantes, los vendedores-toreros en la banqueta que ofrecen ropa interior y piezas de lencería a los transeúntes, impide apreciar los tesoros arquitectónicos e históricos de esta zona de la CDMX, ubicada atrás del Palacio Nacional.

 

De pronto, entre la Casa del Arete y las Novedades Sara, mi acompañante descubre una placa. Mira, aquí murió Josefa Ortiz de Domínguez.

 

Casa Josefa Ortiz (3)La  placa se encuentra opacada por una cartulina verde fluorescente en la que se anuncia una ganga: 3 playeras deportivas por 100 pesos y perfumes desde 40 pesos.

 

De lado derecho de la placa, la Casa del Arete ofrece accesorios en chapa de oro y del lado izquierdo se observan los productos de Novedades Sara. Por ejemplo, bolsas de 22 pesos.

 

En esta zona se encuentra copias de productos de marcas globales, hasta en 50 ó 100 pesos.

 

Tal vez por eso es difícil promover como atractivo turístico la casa en la que murió la corregidora.

 

En tiempos en los que necesitamos revalorar nuestra historia y redimensionar el papel de las mujeres en la transformación de lo que ahora es México, el de Doña Josefa Ortiz de Domínguez, es un buen ejemplo.

 

Su vida es interesante, más allá de que ella haya sido quien avisó a Miguel Hidalgo que la conspiración había sido descubierta por lo que el inicio de la guerra de Independencia tuvo que adelantarse a septiembre.

 

Valdría la pena rescatar este sitio, que está muy cerca del Museo de las Constituciones, la antigua casa de José Martí, y el Colegio de San Ildefonso.

 

Se ubica exactamente en donde comienza la Calle del Carmen y termina la de Correo Mayor, a una cuadra de Justo Sierra.

 

Desafortunadamente este sitio se encuentra en una de las zonas más inseguras del Centro Histórico. Aquí, es difícil, por ejemplo, tomar una foto, porque los comerciantes informales de inmediato reclaman. Y los fines de semana, es prácticamente imposibles caminar por ahí, debido a que los vendedores tienen invadidas las banquetas.

 

Desafortunadamente, a las autoridades de la CDMX se les olvida la importancia de esta zona del país en la construcción de una nación. Y los sitios en los que nacieron, vivieron y murieron sus protagonistas están en el olvido.