TOKIO. La búsqueda de posibles sobrevivientes de los dos terremotos en Japón, que han causado por el momento 41 muertos y más de dos mil heridos, se intensificó hoy a pesar de la lluvia y los cientos de réplicas que siguen sacudiendo al archipiélago japonés.

 

Los servicios de emergencia prosiguen la búsqueda de personas que podrían haber quedado atrapadas por el derrumbe de casas y los deslizamientos de tierra producidos en la prefectura de Kumamoto, en el suroeste de Japón, la más afectada, informó la televisión local NHK.

 

La cifra de muertos se encuentra en 41, de los cuales 32 personas perdieron la vida por el terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter registrado la madrugada del sábado y otras nueve en el primer sismo de 6.5 grados del jueves pasado, según el balance de las autoridades.

 

Además, más de dos mil personas resultaron heridas de diversa consideración, unas 160 mil han sido trasladas a refugios provisionales, al menos 90 viviendas quedaron totalmente destrozadas y alrededor de 600 están parcialmente destruidas en la ciudad de Aso.

 

Las Fuerzas de Autodefensa de Japón, que desplegaron a 15 mil efectivos para ayudar en las tareas de rescate, están suministrando agua y víveres a los evacuados en varias localidades de la región.

 

Asimismo, numerosos servicios se han visto interrumpidos, pues unas 160 mil viviendas están sin acceso a los servicios de agua, electricidad y gas, según la agencia local de noticias Kyodo.

 

Las autoridades han tenido que cerrar el aeropuerto de Kumamoto después de que el edificio resultó dañado a causa de los sismos, por lo que todos los vuelos del sábado fueron cancelados, mientras tanto los servicios del tren de alta velocidad fueron suspendidos.

 

El segundo terremoto destruyó parcialmente el santuario sintoísta de Aso, uno de los más antiguos e importantes del país con más de mil 700 años de antigüedad.

 

Además de las constantes réplicas, que suman cientos desde que se produjeron los terremotos, la lluvia en la región de Kumamoto dificulta los trabajos de los servicios de socorro y plantea riesgos en las zonas en las que se han producido deslizamientos de tierra.

 

Las autoridades japonesas han recomendado a unas 250 mil personas de la región que abandonen sus hogares y se refugien temporalmente en un lugar más seguro.

 

El volcán del monte Aso, cercano al epicentro de los terremotos, entró en erupción aunque sin provocar daños.

 

Por su parte, la empresa que gestiona la planta nuclear de Sendai, a unos 120 kilómetros al sur del epicentro y es la única actualmente operativa en el país, informó que continúa funcionando sin problemas.

 

El sismo del sábado fue el primero en alcanzar el nivel 7 en la escala de Richter desde el terremoto del 11 de marzo de 2011, que generó un devastador tsunami que barrió la costa del noreste de Japón y provocó en la central de Fukushima la peor crisis nuclear desde Chernóbil (1986).