Si algo no se le puede negar a James Cameron es que es un cineasta que gusta de arriesgar, de proponer y de tener la mente creando nuevas maneras de contar el cine. Aunque su filmografía como director no es amplia (ocho películas en 35 años), por lo general es impactante tanto en sus historias como en la técnica utilizada para contarlas.

 

Eso lo ha llevado a crear verdaderos clásicos del cine como Terminator, Terminator 2, Aliens y Titanic, que le han ganado la fama de ser un extraordinario contador de historias y un perfeccionista, tanto que por esta última obtuvo su, hasta el momento, único Oscar como Mejor Director.

 

Cameron es responsable de las dos películas más taquilleras en la historia, la mencionada Titanic y Avatar, la cual medio mundo pensaba que iba a ganar varios de los nueve Oscares a los que fue nominada, pero terminó ganando tres en categorías menores, como Dirección de Arte, Fotografía y Efectos Visuales, perdiendo los de Dirección y Película a manos de su ex esposa, Kathryn Bigelow y The Hurt Locker.

 

Avatar_filmacionAhora, durante la CinemaCon que se lleva a cabo en Las Vegas, Cameron anunció que Avatar tendrá no tres, sino cuatro secuelas, mismas que se estrenarían en cines en 2018, 2020, 2022 y 2023. Aseguró que cada una tendrá tramas independientes y que juntas formarán “una gran saga”. El problema es que, por un lado, no es la primera vez que el cineasta anuncia que habrá secuelas de Avatar. Prácticamente desde hace un lustro ha venido diciendo lo mismo y simple y sencillamente no se concreta nada, ni comienza a filmar ni nada. Y lo segundo, y más importante, es que las mencionadas secuelas no tienen asegurado el mismo éxito que la original.

 

Cuando se estrenó en diciembre de 2009, Avatar cautivó a millones que la convirtieron, con el paso de los meses, en la película más taquillera de la historia, récord que en la actualidad es prácticamente imposible de superar debido a que la ventana de exhibición de las películas en salas de cine se ha reducido al mínimo.

 

El filme que pudo haber roto dicha marca fue Star Wars: El Despertar de La Fuerza, pero no duró en cartelera los meses que sí tuvieron tanto Titanic como Avatar. Cameron aprovechó en su momento, y sin querer, el estar “en el lugar correcto, en el momento correcto”, pues todavía hasta antes de 2010 las películas podían llegar a durar al menos tres o cuatro meses en exhibición.

 

Avatar fue un caso extraño, un filme que le habló en su momento a una generación que, repentinamente, mostró interés por la ecología, en contra de la guerra y buscando cierta espiritualidad en la pantalla grande. Atrapó a la audiencia más por su destreza tecnológica (filmada para 3D, visualmente es extraordinaria) que por la historia de los Na’vi, la cual es una mezcla futurista de Danza con Lobos y Pocahontas en el espacio, pero que no va más allá.

 

De hecho, el problema con Avatar es que no es una película que se haya vuelto parte de la cultura popular, como sí lo han hecho, por ejemplo, Star Wars, Volver al Futuro, El Señor de los Anillos o El Padrino. Prácticamente en ninguna conversación cinéfila aparece el nombre de Avatar cuando se habla o de las mejores cintas de la historia o de personajes. Nombres como los de Jake Sully, la Dra. Grace Augustine, Trudy Chacón, Neytiri o Tsu’tey no se han vuelto parte del léxico popular, no son mencionados en memes o no son citados en series de televisión como sí lo son un Marty McFly, Luke Skywalker, Dart Vader, Frodo o Vito Corleone. Simple y sencillamente, Avatar no ha permeado en el subconsciente del cinéfilo como para ser recordada a menos que se le mencione por algo en particular.

 

Así que los planes de Cameron de hacer cuatro secuelas de Avatar suenan completamente irreales. Y con los resultados recientes que obtuvo en taquilla y en crítica una película como Batman vs Superman, cuyos personajes sí forman parte de la cultura popular desde hace décadas, el anuncio de cuatro historias más en el mundo de Pandora suena más a una necedad de Cameron que a un proyecto viable.

 

Por supuesto que puedo estar equivocado, pero ha pasado tanto tiempo desde que se estrenó Avatar y tantas veces se ha anunciado que tendría secuelas que, francamente, dudo que tenga el mismo impacto que en 2009. Aunque a Hollywood no le guste, hay historias que deben dejarse como están, y Avatar es una de ellas.