RÍO DE JANEIRO. Los servicios de inteligencia de Brasil confirmaron la autenticidad de una amenaza terrorista contra el país hecha a través de Twitter por un integrante del Estado Islámico (EI), informaron hoy fuentes oficiales.

 

La amenaza fue hecha en la red social por el francés Maxime Hauchard, integrante del EI, y la fuente del mensaje así como la posibilidad de su amenaza fueron confirmados por agentes de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), admitió el director del Departamento de Contraterrorismo del organismo, Luiz Alberto Sallaberry.

 

“Brasil, ustedes son nuestro próximo blanco”, amenazó Hauchard en un mensaje publicado en Twitter en noviembre pasado tras los atentados terroristas que dejaron 129 muertos y decenas de heridos en París.

 

Las autoridades francesas sospechan que Hauchard, un francés de 22 años que viajó a Siria en 2013 para unirse al Estado Islámico, es uno de los terroristas que aparece en los videos en que integrantes del Estado Islámico decapitan a las personas que secuestran.

 

Pese a que la amenaza ya había sido divulgada por algunos medios, la confirmación de su autenticidad tan sólo fue admitida este jueves por Sallaberry en una conferencia que dictó en la Feria Internacional de Seguridad Pública y Corporativa.

 

El director de la ABIN admitió que el organismo ha elevado su nivel de alerta ante posibles atentados en Brasil no sólo por la proximidad de los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizará en agosto como por la escalada terrorista que se viene registrando en otros países.

 

Dijo que la ABIN también considera que la posibilidad de atentados en Brasil se elevó en los últimos meses por el creciente número de brasileños que viene defendiendo la ideología del Estado Islámico al menos en las redes sociales.

 

“No estoy diciendo que va a ocurrir un atentado. Estoy diciendo que es la primera vez que la posibilidad aumentó expresamente en nuestro país”, dijo.

 

Sallaberry aseguró que la ABIN ha adoptado medidas para evitar posibles ataques terroristas, entre las cuales están un mayor intercambio de informaciones con servicios de inteligencia de otros países y la capacitación de profesionales de sectores estratégicos en la seguridad y la defensa.

 

Igualmente fue intensificada la vigilancia de personas que han jurado lealtad al Estado Islámico y que se sospecha que podrían actuar en Brasil.