La semana pasada hubo una reunión urgente de candidatos priistas a gobernadores.

 

Concentrados en la Ciudad de México para preparar sus campañas, intentaron cruzar información sobre cómo solventarían sus gastos para ganar las elecciones de junio próximo.

 

Cada uno hizo sus cuentas:

 

Éste requería unos 600 millones de pesos para garantizar la victoria.

 

Otro 300.

 

El más económico alrededor de 200 millones.

 

Con los datos en la mano, hablaron con la cúpula priista y presentaron sus proyecciones.

 

Quedaron helados con la respuesta:

 

No hay recursos. Traten de conseguirlos en sus entidades, en los respectivos comités, en la militancia, con simpatizantes.

 

Ah, y todo de acuerdo con los lineamientos de la legislación: todo documentado y aportaciones particulares no mayores a 10% de los topes de campaña de sus respectivas entidades.

 

Se regresaron desilusionados.

 

Algunos no tienen problemas, pues cuentan con el respaldo de sus respectivos gobernadores porque son sus delfines y sobre sus hombros recae la obligación de protegerse de futuras auditorías y persecuciones.

 

El mejor ejemplo es el tlaxcalteca Mariano González Zarur, quien vetó a los mejores cuadros estatales del PRI e impuso a Marco Antonio Mena, cuyo reto es vencer a la panista puntera Adriana Dávila y a la perredista Lorena Cuéllar.

 

Otro caso es el duranguense Jorge Herrera, impulsor de Esteban Villegas sobre la senadora Leticia Herrera.

 

O Alejandro Tello, senador protegido por el gobernador Miguel Alonso Reyes y quien debe enfrentar al perredismo debilitado con Rafael Flores o al ahora apeado David Monreal, de Morena.

 

El partido todavía debe parte del pemexgate

 

Otros priistas tienen menos fortuna.

 

Por ejemplo, el veracruzano Héctor Yunes Landa debe otear solo el horizonte porque el gobernador Javier Duarte lo aborrece y enfrenta el rencor contra todos y por todos del panista Miguel Ángel Yunes.

 

Y ni modo de ignorar a los huérfanos de origen porque los gobiernos estatales son de oposición: en Oaxaca Alejandro Murat, en Puebla Blanca Alcalá y en Sinaloa Quirino Ordaz.

 

Pero hoy nuestra historia tiene otros objetivos.

 

El fin de semana hubo una reunión de casi todos ellos y pidieron recursos, pero se los negaron bajo un argumento insuperable:

 

–No hay.

 

Y no hay, les explicaron, porque el PRI arrastra una deuda superior a los mil 200 millones de pesos desde hace años, desde el Pemexgate de Francisco Labastida, quien ayer se paseaba campante por los hoteles de Polanco.

 

Las prerrogativas no alcanzan.

 

lorenzoEl INE de Lorenzo Córdova repartió generosamente cuatro mil 31 millones de pesos en el presente año entre partidos, mil 31 de ellos para el PRI porque es la primera fuerza política.

 

Pero no alcanza para maldita la cosa.

 

Si de deudas se trata, el partido de Manlio Fabio Beltrones todavía arrastra año y medio de prerrogativas y parte de esos pendientes es aquella multa de mil millones de pesos del Pemexgate de Labastida.

 

Malos signos para una política encarecida, vilipendiada y sin posibilidades de ganar el voto popular sin recursos económicos.

 

Arrumban trenes descompuestos del Metro

 

1.- Las contingencias sorprendieron a muchos, incluido al Metro.

 

En las urgencias, el organismo de Jorge Gaviño descubrió un parque de 105 trenes fuera de servicio, porque durante años no se les dio mantenimiento y están en el taller.

 

En consecuencia, se les repara de manera urgente con técnicos y trabajadores del sindicato dirigido por Fernando Espino, quien destaca el buen entendimiento con la nueva administración y el jefe de Gobierno, Miguel Mancera, luego de decenios de enfrentamientos.

 

Y 2.- cuando se habla de penetración de la delincuencia organizada en el Distrito Federal, vale la pena destacar el compromiso del procurador Rodolfo Ríos Garza.

 

–No tendrán cuartel. Seremos el peor enemigo de la delincuencia –aseguró el funcionario tras dar algunos datos sobre la situación en la capital.

 

Se han reducido los índices delictivos en 11.3% de alto y bajo impacto y se han desarticulado 444 bandas con la captura de mil 630 integrantes.