De los 19 candidatos a gobernadores postulados por el PAN y el PRD para las elecciones de junio próximo, 10 (52%) fueron militantes del PRI, partido que les permitió desempeñarse como presidentes municipales, secretarios estatales o dirigentes locales.

 

En lo que respecta a los abanderados de la alianza PAN y PRD en los estados de Durango, Oaxaca, Quintana Roo, Veracruz y Zacatecas, en todos los casos los contendientes emanaron de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

candidatos

José Antonio Estefan Garfías (Oxaca), Miguel Ángel Yunes (Veracruz) y José Rosas Aispuro (Durango) militaron en el PRI por más de 30 años.

 

Estefan Garfias fue secretario de Finanzas y de Gobierno con Diódoro Carrasco, así como secretario de Administración con Ulises Ruiz Ortiz y fue uno de los asesores de Eviel Pérez Magaña como candidato a gobernador en 2010. En tanto, su ex correligionario Miguel Ángel Yunes ocupó diversos cargos, como subdirector general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), secretario de Gobierno con el veracruzano Patricio Chirinos, diputado local y dos veces diputado federal; mientras que Rosas Aispuro fue diputado federal y local por el PRI, presidente del Comité Estatal del partido y presidente municipal de Durango.

 

Asimismo, aunque con menos años de militancia en el PRI, se enlistan los aspirantes a las gubernaturas de Quintana Roo y Zacatecas, Carlos Joaquín González y Rafael Flores Mendoza, respectivamente. El primero renunció hace unas semanas a su militancia de 17 años en el PRI, instituto que le permitió fungir como presidente municipal y secretario de Turismo estatal.

 

De verde a azul

 

De los siete candidatos restantes abanderados por Acción Nacional, dos también iniciaron su carrera política en el partido tricolor: el aspirante a la gubernatura de Hidalgo, Francisco Xavier Berganza, quien promovió y apoyó la candidatura de Francisco Labastida Ochoa; al igual que el contendiente en Sinaloa, Martín Heredia Lizarraga (el segundo abanderado), quien además fue alcalde de Cosalá por el PRI.

 

Asimismo, el PRD postuló por su cuenta a los expriistas José Guadarrama Márquez y Lorena Cuellar Cisneros, para los gobiernos de Hidalgo y Tlaxcala, respectivamente.

 

En el caso del hidalguense, el PRI le permitió desempeñarse como presidente municipal de Jalaca y secretario de Gobierno durante la administración del gobernador Guillermo Rossel de la Lama. Mientras que Lorena Cuellar fue militante priista durante 10 años, periodo en el cual asumió la presidencia municipal de Tlaxcala.

 

… y Morena también abre sus puertas

 

Mención aparte merece la expriista y hoy candidata a la gubernatura de Tlaxcala, Martha Palafox Gutiérrez, militante del PRI durante 47 años, partido que le permitió fungir como comisionada nacional de procesos internos; consejera política nacional; secretaria de Fomento a la Salud y secretaria general de la CNOP en aquella entidad.

 

Un reflejo de la pobre formación de cuadros

 

El politólogo Edgar Ortiz Arellano atribuyó la constante postulación de ex pristas por parte de partidos de oposición a la “pobre” formación de cuadros competitivos.

 

“Esto refleja varias cosas, en primer lugar la pobre formación de cuadros que tienen los partidos de oposición, es decir no hay una formación de militantes y cuadros altamente competitivos. Los partidos de oposición en esta lógica de ganar elecciones, de ganar al PRI a como dé lugar están dispuestos, incluso, a sacrificar a militantes que pudieran tener algún peso, militantes de nivel político en aras de elegir a ex priistas que saben que son sumamente competitivos por muchas razones, principalmente por sus vínculos con las elites políticas, mediáticas y económicas”.

 

El analista y consultor afirmó que si bien la promoción de ex militantes del tricolor es una estrategia que puede beneficiar al PAN y al PRD, estos partidos también corren el riesgo de tener una crisis de identidad ideológica y política que les podría generar el rechazo del electorado.

 

“Hay un problema de tipo ideológico y de tipo político, los partidos de oposición con el fin de obtener posiciones políticos, están dispuestos a sacrificar sus ideologías o sus principios. Es decir aprovechan la posición de algunos ex priistas que no fueron electos como candidatos, y que de ganar no necesariamente responderán al proyecto de gobierno de los partidos que representaron en las elecciones”.