Su lanzamiento pasó casi desapercibido para la mayoría. Los menos suspicaces, dirán que el problema fue que el anuncio se dio durante una semana en la que buena parte del mundo está de vacaciones; los críticos en cambio, argumentarán sobre la poca relevancia de los anuncios hechos por Apple, principalmente, su nuevo iPhone SE. Otros más, pensaremos que quizá Tim Cook prefirió mantener perfil bajo para el lanzamiento.

 

De cualquier forma, como suele ocurrir con Apple, todas las personas que están en contacto con un teléfono inteligente (cada vez más, en México ya hay más de 40 millones de acuerdo con diferentes estudios), tarde o temprano podrán ver de cerca el nuevo y polémico miembro de la familia iPhone, el SE. ¿Por qué polémico? El nuevo equipo de Apple tiene como novedad, contrario lo que había sido su tradición, un dispositivo de menores dimensiones que sus antecesores, ahora con una pantalla de 4 pulgadas. Atípico en la historia de la compañía y prácticamente de tamaño similar al del iPhone 5, lanzado en Septiembre del 2012.

 

Como argumentos en contra, he leído duras criticas, como la del periodista Chris Taylor de Mashable, quien en su artículo “Apple finally ran out of ways to resell us the same product” (Apple finalmente encontró la forma de revendernos el mismo producto), no solo hace referencia a un lanzamiento de iPhone que bien podría estar ocurriendo en aquel septiembre de hace 4 años, sino un nuevo iPad Pro, ahora de 9.7 pulgadas, similar al que se diera en el 2010, cuando se presentara el primer iPad de la historia. Más allá de que evidentemente hay mejoras en este iPhone, como su cámara de 12 megapixeles y la posibilidad de grabar video en 4k, un procesador más rápido como el A9, y algunas otras funciones como acceso mediante huella digital, para Taylor lo preocupante es que Apple no está más que re empaquetando los productos, sin dotarlos de innovación alguna (ni siquiera ya en el tamaño). Cierra su análisis diciendo que hoy, Apple no es más que una compañía que vende dispositivos con pantalla táctil y computadoras Mac. No más. Deja abierta la siguiente gran oportunidad de innovación al momento en que exista el Apple Car, que pueda nuevamente, cambiar nuestras vidas. Como Taylor, muchos otros críticos han alzado la voz y cuestionado seriamente a Apple.

 

En contraste, uno de los argumentos más poderosos a favor está alrededor de las razones de negocio de este producto: competir en el mercado chino, donde dispositivos de estas dimensiones son ampliamente utilizados y en el que el potencial es tremendo en función del tamaño de su población. Fuera de China, también está el hecho de que el iPhone sigue siendo un teléfono de alta gama, poco accesible para el público masivo, donde Android sigue dominando como sistema operativo (alrededor del 70 por ciento de los dispositivos), gracias a la diversidad de marcas y equipos que empaquetan una propuesta móvil con el sistema operativo de Google. El iPhone SE, podría permitir a la marca ingresar a manos de segmentos que quieran acceder a un iPhone, pero no estén dispuestos a desembolsar los más de 14 mil pesos que cuesta el iPhone 6S más económico.

 

Mi opinión: más allá de argumentos a favor y en contra perfectamente atendibles, creo que en el largo plazo el lanzamiento del iPhone SE, es un error. El daño podría ir más allá que un simple fracaso de ventas (Apple ya tuvo muy mala suerte con el iPhone 5C en su momento), sino podría erosionar la reputación de una marca cuyo ascenso a nivel global se produjo precisamente por su gran capacidad de innovación. Si bien desde hace algunos años, las innovaciones de Apple habían ido más en función de tamaños de pantalla, peso, resolución y velocidad, algo natural en el ciclo evolutivo de toda tecnología, nunca había sido tan notoria la poca evolución como lo es en el iPhone SE. El tiempo lo dirá, pero dada su tradición, creo que este teléfono lastima el valor de marca que ha hecho de la compañía californiana la más valiosa del mundo.