El próximo lunes cuatro de abril comenzará la 101 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, un encuentro donde renovarán al Consejo de la Presidencia y harán el balance de la visita del Papa Francisco, temas que para expertos en religión reavivarán las disputas entre los líderes del organismo colegiado y la Arquidiócesis de México.

 

La Asamblea se celebrará en Cuautitlán, Izcalli, donde el primer punto a discutir será la elección del Consejo de la Presidencia para el periodo 2016-2018, una decisión que se retrasó por la visita del Papa. El actual presidente es el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, y el secretario general es el obispo auxiliar de Puebla, Eugenio Lira Rugarcía.

 

Después de eso, durante los cinco días que dure el encuentro los 121 integrantes de la Conferencia tocarán dos temas generales: el estado administrativo de la iglesia en México y el saldo de la visita papal.

 

Para el experto en religiones, Bernardo Barranco, la reelección de Robles en la presidencia hasta el momento es unánime; será el segundo punto lo que generará una tensión pocas veces vista en este tipo de encuentros.

 

“Hay una gran disputa en torno al rol que debe de tener la iglesia católica, sobre todo la jerarquía, frente a la sociedad mexicana. En el fondo está la resistencia de algunos obispos de seguir las orientaciones que dio Francisco en torno al rol que debe jugar la iglesia, sobre todo el Episcopado frente a la sociedad mexicana”, explicó Barranco.

 

Este grupo es liderado por el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, quien desde su puesto mandó severas críticas a la visita papal, la cual estuvo organizada por el Secretario general del Episcopado, Eugenio Lira Rugarcía, quien no juntaría la mayoría de votos para un segundo periodo.

 

Barranco comentó que estas críticas son en realidad un ataque político en contra del grupo que controla la Conferencia del Episcopado, el cual es muy afín al nuncio apostólico, Christophe Pierre, quien en sus siete años como el representante del Papa en nuestro país ha ganado mucha influencia entre los obispos.

 

Para el académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Jorge Traslosheros Hernández, esta disputa no debe de trascender en el desarrollo de la Asamblea, pues son pocos los que realmente están en descontento dentro del Episcopado.

 

“El mensaje que dio el Papa fuera del texto, de ‘háblense a la cara y díganse las cosas como son’ fue una referencia muy directa a los problemas entre el cardenal Rivera y la dirigencia del Episcopado por la organización de la visita del Papa. Que el cardenal Rivera no se entienda con la Conferencia del Episcopado lo sabemos desde hace mucho, pero eso no genera una iglesia dividida, eso es un problema del cardenal”, dijo.