LISBOA. No son pocos los aficionados portugueses que han intentado abrazar a Cristiano Ronaldo, pero el hincha que saltó al césped durante el partido contra Bulgaria tenía otro objetivo: llegar al joven Renato Sanches, que en su debut acaparó las ilusiones de la afición lusa.

 

Con apenas 18 años, la notable temporada que está firmando el medio Sanches en el Benfica ha levantado las esperanzas de la afición de Portugal, que no está acostumbrada a recibir alegrías de su selección a pesar de contar con uno de los mejores jugadores del mundo.

 

Ronaldo no tuvo su mejor noche en el amistoso contra Bulgaria, en el que vivió 90 minutos de desesperación al fallar un penalti y ver cómo la gran exhibición del guardameta Stoyanov frustraba una y otra vez todos sus intentos de colar el balón en la meta rival.

 

La decepción de los aficionados que acudieron al estadio de Leiria, a unos 150 kilómetros de Lisboa, se convirtió en ovación apenas unos minutos después del penalti fallado, cuando el joven Sanches hizo su debut con la camiseta de las “quinas” y fue recibido entre aplausos.

 

Instantes después, un joven hincha saltó al césped y corrió a abrazar a Sanches, que le devolvió el gesto y pudo llevarse a casa el cariño de la afición lusa, a pesar de que no fue el estreno soñado en lo deportivo y Portugal cayó derrotado ante Bulgaria.

 

Me siento bien. Estoy trabajando bien, haciendo las cosas como debe ser. Estoy contento de ver que le gusto a la gente”, señaló el joven benfiquista tras el partido.

 

Hijo de caboverdianos, criado en un modesto barrio de Lisboa e inconfundible debido a sus trenzas, Sanches se ha convertido en el símbolo y nuevo ídolo de los jóvenes afrodescendientes en Portugal que luchan día a día por integrarse en la sociedad lusa.

 

Titular en el Benfica desde hace cuatro meses, Sanches ha logrado hacerse con la confianza de Rui Vitória y se ha convertido en una de las mayores promesas del fútbol portugués gracias a su omnipresencia en el centro del campo.

 

Con mucho recorrido e intensidad física, Sanches es especialista en ganar rechaces y recuperar balones y ya está en el punto de mira de los grandes de Europa.

 

Todavía hay que esperar para ver si termina formando parte de la lista de Fernando Santos para la Eurocopa de Francia, aunque el técnico ya avisó tras el partido contra Bulgaria que “no va a ser Sanches quien cambie todo en la selección” ni debe tener esa responsabilidad.

 

La pasión por Sanches surge en un momento en el que la renovación de la selección portuguesa parece inevitable.

 

En el Mundial de 2014 ya fue el conjunto con la segunda mayor edad media del campeonato (28.2 años) y todavía hoy gran parte de sus “pesos pesados” superan la barrera de los 30, especialmente en la defensa, como es el caso de Pepe, Eliseu, Bruno Alves y Ricardo Carvalho, que ya tiene 37 años.

 

En la delantera, el propio Ronaldo sopló 31 velas hace un mes y sigue teniendo por delante el desafío de conseguir éxitos con su selección después de haberlo ganado todo a nivel de clubes.

 

El capitán de Portugal ha disputado 124 partidos con la camiseta de las “quinas” -está a tres de superar al jugador con más encuentros, Luís Figo- y ha anotado 55 tantos, lo que arroja una media goleadora de 0.44 aciertos por partido, muy lejos de los apabullantes números que consigue en el Real Madrid.

 

Aunque la permanencia de Ronaldo en la selección no se discute, en las últimas convocatorias de Santos han entrado algunos nombres que están llamados a convertirse en los rostros del combinado luso en los próximos años.

 

Además de Sanches, otra de las perlas del Benfica, el lateral derecho Nelson Sémedo -con 22 años, también de origen caboverdiano- ya debutó con la selección en octubre en un partido ante Serbia, aunque con la mala suerte de lesionarse la rodilla.

 

La buena temporada en el Braga del delantero Rafa Silva, de 22 años, también ha logrado a convencer a Santos, que incluso decidió darle la titularidad ante Bulgaria.

 

Otro de los habituales en las últimas listas de Santos es el medio Bernardo Silva, de apenas 21 años, que ya acaparó la atención el año pasado después de que el Benfica lo vendiera al Mónaco por 15 millones de euros.

 

De la misma generación que Sanches, otro prometedor centrocampista luso, Rúben Neves (Oporto), y el delantero Gonçalo Guedes (Benfica) también han vestido un par de veces los colores de las “quinas”.

 

La camiseta del debut de Sanches se la terminó llevando a casa el joven aficionado que saltó al campo para abrazarle, cuyo atrevimiento fue premiado con un objeto que podría convertirse en el símbolo de la renovación de la selección portuguesa.