Más allá del uso coercitivo que se ha realizado del Periscope en la delegación Miguel Hidalgo, la tecnología que tenemos a la mano puede ser usada para eficientar servicios, sólo hay que echarle un poco de imaginación.

 

Van un par de ejemplos:

 

Quienes tenemos un Smartphone, también tenemos un GPS que nos ayuda a ser y a encontrar direcciones cuando nuestra ubicación se coloca sobre un mapa.

 

El acceso al GPS ya no es tan complicado como lo era antes.

 

Por qué no invertimos un poco y colocamos equipos GPS a los camiones recolectores de la basura. Buscamos a un ingeniero o a un equipo de ingenieros que coloque la ubicación de esos vehículos en un mapa y desarrollamos una aplicación, tipo Uber, para que sepamos en dónde andan esos vehículos, con sólo ver la pantalla de nuestro teléfono inteligente.

 

La gente que baje esa aplicación podrá saber en dónde está exactamente el camión de la basura y decidir si lo espera, o lo alcanza en un lugar.

 

Muchos de los “vecinos cochinos” que abandonan los desechos del hogar en la esquina en donde pasa el camión recolector, dejarán de realizar ese acto criminal de abandonar la basura en una esquina, que no sólo tapa coladeras, sino que también es un foco de infección y crea un ambiente de inseguridad.

 

El Periscope, o la grabación de ese repugnante acto, se puede llevar a cabo de manera paralela. Y realizar las sanciones correspondientes por la falta administrativa. Además de publicar el rostro del “vecino cochino” para que la gente lo conozca y lo denuncie si reincide.

 

Hay una serie de tecnologías que pueden combinarse para que, por medio de sensores y de manera remota, se activen cámaras que alerten y graben a quienes violan ciertos reglamentos o leyes, en zonas de incidencia.

 

No es difícil. Si los políticos se acercaran a las universidades, podrían llevarse gratas sorpresas. Pero, al parecer, no les interesa.

 

A excepción de Víctor Hugo Romo, actual diputado local y ex jefe Delegacional en Miguel Hidalgo, no se ha sabido que algún otro delegado se acerque a la Secretaría de Ciencia de la CDMX en busca de soluciones a problemas concretos.

 

Al contrario, muchos de los directores de área andan correteando a los jefes delegacionales para exponer algunos proyectos, y luego ni son recibidos.

 

En la Ciudad de México se concentran las instituciones de educación superior que general más del 60% del conocimiento en el país, pero los políticos no se acercan a éstas. Tal vez por ignorancia. O en el peor de los casos, por miedo a enfrentarse a personas más inteligentes que ellos.

 

En fin. Recursos hay. Conocimiento hay. Sólo hay que echar a volar un poco la imaginación.

 

Va otro ejemplo:

 

Con las denuncias de los delitos recibidas en el MP o por medio de información de comités vecinales, se puede hacer un Atlas de Inseguridad en línea, que la gente pueda ver en sus teléfonos inteligentes y evitar esas zonas de incidencia.

 

Ya se intentó una vez, pero con menos tecnología y por medio de mapas impresos durante la administración de José Espina en la delegación Benito Juárez. Ahora, es más barato y sencillo.

 

Esos sólo son dos ejemplos. Pero si se ponen a pensar (¿será muy difícil?), se puede aprovechar la tecnología para prevenir, más que para amenazar.