Alan Gross, el estadunidense acusado de espionaje y liberado tras cinco años de prisión en Cuba, celebró hoy la decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de viajar al país caribeño y de que allí aborde el tema de los derechos humanos.

 

“El tema de Cuba será un asunto de legado para el presidente y creo que el presidente apropiadamente estará discutiendo allí asuntos de derechos humanos”, señaló en un foro en el Club Nacional de Prensa.

 

Gross, de 67 años, fue contratado por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) para instalar conexiones de internet entre la comunidad judía de Cuba, fue detenido, preso cinco años y liberado en diciembre de 2014 en el marco del proceso de acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.

 

“Así como Estados Unidos ha sido abusivo en su comportamiento hacia Cuba, desde la independencia cubana, es hora de romper con el pasado y trabajar por una nueva era”, destacó Gross.

 

Sus comentarios se producen en vísperas del histórico viaje de Obama a Cuba, que realizará del 20 al 22 de marzo, donde se reunirá con el presidente Raúl Castro, con representante de la disidencia cubana elegidos por la Casa Blanca, pero no con Fidel Castro.

 

Gross, quien perdió más de 45 kilogramos en prisión, dijo que el gobierno cubano es responsable de “abusos de poder” contra el pueblo cubano y celebró la decisión de Obama de no reunirse con el líder histórico de la revolución, Fidel Castro.

 

“Fidel Castro representa el pasado y las peores violaciones de los derechos humanos (…), el presidente Obama y el presidente Raúl Castro no representan eso”, indicó.

 

En su opinión, el histórico proceso de acercamiento a la isla caribeña ha sido positivo, ya que aseguró que más de 11 por ciento de la población económicamente activa de Cuba trabaja ahora en el sector privado.

 

“Si no hay una correlación entre el relajamiento de las restricciones en las remesas y el 11 por ciento que trabaja en el sector privado, entonces mi nombre no es Alan Gross”, opinó.

 

Destacó que cuando fue arrestado era ilegal el acceso de los cubanos a internet, mientras que ahora, cinco años después, cualquier cubano que tenga dos dólares puede usar legalmente el internet durante una hora.

 

Acompañado de su esposa, Gross reveló que después de su liberación buscó contactar con la embajada de Cuba a través de dos cartas, pero no ha recibido respuesta.

 

Cuestionado si regresaría a la isla a pesar de su experiencia en cautiverio, Gross afirmó que no dudaría.

 

“En un instante. Regresaría a Cuba en un santiamén y lo haría básicamente por mi esposa para que conozca Cuba y la pueda presentar a algunas de las personas con las que viví cinco años y a sus familiares, que ahora son mi familia”, externó.