En una industria dominada por cintas triple X, dirigidas y pensadas para los hombres, la directora, productora y guionista Erika Lust trabaja en dar un giro de 180 grados a esta tendencia y crear productos con un contenido distinto, que tengan sustancia y no sólo escenas de sexo explícito, actual dictadura de la estética porno.

 

Hoy se destaca como la pionera del porno feminista o para mujeres, el que ella autodenomina cine adulto independiente, en el que la mujer está al centro de la acción, con historias contadas desde su perspectiva y una estética muy cuidada, que deriva más al cine erótico o indie que al de la pornografía.

Foto: Erika Lust
Foto: Erika Lust

 

Nació en Estocolmo (Suecia) en 1977, pero hoy radica en Barcelona (España) como toda una empresaria a cargo de Lust Films. En sus palabras, su trabajo se distingue del resto porque el porno tradicional sólo presenta historias explícitas, basadas en fantasías masculinas, y su cine recurre “a la sugestión, la sensualidad y la imaginación”.

 

Y propone un esfuerzo extra para el que mira, de excitarse pensando en aquello que no llega a ver, según explicó en entrevista a la revista Replicante. Los pequeños detalles abordados con naturalidad pueden ser más sugestivos.

 

Con cintas como Cabaret Desire o Life, Love, Lust, la productora que creó con su socio y compañero Pablo Dobner, ha engrandecido el arte de filmar uno de los actos más primitivos, instintivos y natural del ser humano. Prueba de ello, fue su primer rodaje, The good girl (2004), un corto que reunió su filosofía: un guión elaborado, con estética, sexo rodado de manera humana, música atractiva, fotografía elegante y el resultado fueron más de dos millones de descargas en un par de meses y hasta premios.

 

Erika estudió licenciatura en ciencias políticas y se especializó en feminismo en la Universidad de Lund, donde le quedó claro que ante las diferencias socioculturales entre hombres y mujeres, ella debía hacer un producto para ese sector no representado.

Foto: Erika Lust

 

 

La también autora de libros como Porno para mujeres y la Biblioteca erótica de Europa, asegura que antes de comenzar a rodar, hace un trabajo cuidadoso para seleccionar a los protagonistas de sus historias: “el casting es de lo más difícil, para mi es muy importante”, según ha dicho.

 

Así, para ella es vital que sus actores puedan transmitir un look natural y de preferencia sin cirugías, así como con actitud positiva además de ser saludables –que no porten alguna enfermedad sexual-, para crear una atmósfera que demuestre más de cerca la realidad en la sexualidad.

 

“Para poder sentir placer y que el espectador lo sienta y se maquine con él, los actores tienen que hacer bien el trabajo, exponer su cuerpo y usarlo como herramienta, pero no sólo físicamente sino psicológicamente, jugarla, creérselo, disfrutar en escena”. Es necesario ver la psicología del personaje, ver su fantasía, hacia dónde va, su objetivo, entender su contexto y su conflicto en la historia y sus deseos sexuales, dijo al diario El País.

 

 

Uno de los proyectos más innovadores de Erika Lust es XConfessions, en el que invita a cualquiera a ser protagonista de alguno de sus filmes sin que deba exhibirse. Da alas a la sexualidad de cualquier internauta que quiera compartir sus experiencias o fantasías de manera anónima, a lo que ella cada mes se da a la tarea de elegir la más provocativa e innovadora para realizar un video de corta duración y subirlo a su página. Los usuarios, después de crear una cuenta y pagar una tarifa, tendrán a su alcance una serie de grabaciones que conjugan la imaginación con el erotismo.

 

El profesionalismo, creatividad y esfuerzo por crear algo distinto de Lust le han rendido sus frutos con cientos de seguidores, tanto hombres como mujeres diversos mercados del mundo. Si bien Europa es el mayor, la productora destaca que en Estados Unidos, Canadá y México también se consumen, además de Colombia, Chile, Buenos Aires, Brasil y hasta en Sudáfrica.

 

“Me gusta sentirme representada en mis películas y seguro que hay un público que se siente representado, tanto en Barcelona como en la Ciudad de México”, señaló en una entrevista ofrecida años atrás de una industria que hoy ya tiene década y media de desarrollo y al que se han sumado otras directoras.

 

De este modo, el porno para mujeres se convierte en una alternativa que ofrece un cine de calidad con dignidad. (Con información de Replicante y El País)