A muchos les parece escuálida la caballada en Acción Nacional (PAN).

 

Y tal vez lo sea.

 

Por lo menos hasta ahora.

 

Delante, casi en solitario, avanza la ex primera dama Margarita Zavala.

 

La esposa de Felipe Calderón lleva mucha ventaja sobre otros sin foro, sin cargo público, sin exposición mediática e inclusive en contra de la cúpula de su partido.

 

En el pasado reciente la frenó Gustavo Madero, quien le impidió ser candidata a diputada federal en 2015, y ahora la obstaculiza Ricardo Anaya.

 

Como intenta frenar también al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, sin duda el cuadro panista con más experiencia de gobierno y mejor formado para la Primera Magistratura del país.

 

Es la esencia del queretano.

 

Primero se alió a Madero para hacerse de la coordinación del PAN en San Lázaro, de la presidencia de y del propio partido.

 

En ese sentido fue comparsa suya para marginar a Zavala de Calderón.

 

Lo dejó llegar a la Cámara como un diputado más pero, cuando le estorbó, no titubeó en negarle el manejo del grupo parlamentario para darlo al michoacano Marko Cortés.

 

Ahora Anaya opera a su favor y el primer afán es desinflar a quien pueda hacerle competencia, llámese Rafael Moreno Valle, Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero o como sea.

 

Así derrumbó semanas atrás los intentos aliancistas en Tlaxcala, condición perredista para ir unidos al PAN en Puebla y clave para Moreno Valle, a fin de asegurar la victoria azul.

 

Anaya sueña con ser el abanderado presidencial panista de 2018.

 

Pero…

 

Con el respaldo de 13 millones de votos

 

No serán los únicos contendientes a quienes Ricardo Anaya deba vencer.

 

Si los vence, claro.

 

Por ahora ya los enfrenta.

 

Y pronto habrá nuevos aspirantes a Los Pinos.

 

De momento, anote usted a Josefina Vázquez Mota, la secretaria de Desarrollo Social con Vicente Fox y de Educación Pública con Felipe Calderón.

 

Contra la voluntad de éste fue candidata presidencial en 2012.

 

Y contra el voto de Felipe Calderón y de Gustavo Madero, lo cual significa luchar contra el aparato de gobierno y del Partido Acción Nacional, Vázquez Mota consiguió 13 millones de sufragios.

 

Es su bagaje.

 

Con él ha trabajado en distintas actividades académicas, organizado foros, realizado eventos por los migrantes, rechazado ofertas de trabajo diplomático del priista Enrique Peña Nieto y comenzado a estructurar su grupo.

 

Pronto dará el salto mediático.

 

Será la segunda mujer panista en competencia abierta y se medirá con Margarita Zavala, cuyo esposo primero la enfrentó a Ernesto Cordero y luego le negó su respaldo para fortalecer su campaña.

 

Resultado: Vázquez Mota perdió y mandó al PAN al tercer lugar.

 

Eso fue en 2012.

 

Ahora quiere repetir de candidata para editar una historia distinta y aglutinar a los panistas –los de dentro y los de fuera–, hoy tan fracturados entre calderonistas, maderistas, anayistas, morenovallistas y mil “istas” más.

 

El PRI y Héctor Yunes lideran en Veracruz

 

1.- En las alturas leen con sorpresa varias encuestas realizadas en Veracruz el pasado fin de semana para medir las tendencias electorales.

 

Y tienen razón.

 

Al frente aparece el priista Héctor Yunes Landa con 29.32% de intención del voto, pero su posición se reforzará con las sumas de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal).

 

En segundo, casi cuatro puntos atrás, está Miguel Ángel Yunes con 25.84 y datos preocupantes para él: muchos panistas y perredistas de cepa se niegan a reconocerlo como su candidato.

 

También llama la atención Morena, con 11.31%, y atrás Movimiento Ciudadano (MC) y sin posibilidades de registro los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).

 

Y 2.- los priistas Enrique Serrano y Héctor Yunes recorrieron las cámaras de Senadores y de Diputados para invitar a sus correligionarios a sus respectivas convenciones.

 

El chihuahuense protestará el sábado y el veracruzano el domingo con gran parte de la estructura del PRI.