ASUNCIÓN. Rugido felino en Paraguay. Pumas se metió a tierra guaraní y venció 2-0 al Olimpia, para sumar seis puntos en el grupo siete de la Copa Libertadores, por cero unidades del Rey de Copas.

 

Resultado nada sencillo en un estadio como el Defensores del Chaco, que mostró butacas vacías, en parte por el pésimo paso que lleva el Olimpia que, en el campeonato local, camina en el fondo de la tabla, atorado en indisciplinas, como la del fin de semana pasado, cuando el presidente del club, Marco Trovato, tomó la decisión de separar a uno de los jugadores del primer equipo. Esto en medio del nombramiento, de hace un par de semanas, del español Fernando Jubero, como el técnico encargado de regresar al cuadro albinegro a las alturas que surcó en el campeonato anterior.

 

Olimpia lo intentó desde el principio. Motivado por el aire que da la Copa Libertadores, intentó olvidar sus desgracias de la liga local, pero Pumas y Alejandro Pikolín Palacios aguantaron la presión y llevaron el empate a cero hasta el segundo tiempo.

 

Ya en el complemento, el equipo auriazul llegó al arco enemigo y no falló. Primero, gracias al gol de Luis Quiñones, al minuto 51, y casi 10 minutos después, al de Ismael Sosa, que cerró la cuenta para los felinos.

 

En su presentación en Ciudad Universitaria, Pumas ya había marcado territorio al vencer al Emelec ecuatoriano, nada mal para un torneo en el que, si se quiere avanzar a la siguiente fase, en casa no hay que perdonar y, si se gana de visitante, como ayer, Pumas seguro avanzará.