La designación de José Antonio Estefan Garfias como candidato al gobierno de Oaxaca por el PRD generó una nueva ruptura al interior de ese partido, cuya militancia se dividió entre el abanderado y quien era su contrincante, Benjamín Robles Montoya.

 

El ex priista Estefan Garfias fue ungido la noche del miércoles como candidato del PRD a la gubernatura con 164 votos a favor, contra los 75 obtenidos por Benjamín Robles Montoya.

 

Tras la elección, el senador con licencia Robles Montoya anunció su renuncia al sol azteca, argumentando que la decisión del Consejo Estatal estuvo amañada.

 

Ante ello, senadores del PRD hicieron un llamado a su homólogo, Benjamín Robles, a que no abandone las filas de su partido.

 

En conferencia de prensa, el coordinador de los perredistas, Miguel Barbosa Huerta, dijo que apoyarán a Benjamín Robles “en la ruta jurídica que él ha planteado. Vamos a estar atentos a los hechos que vayan ocurriendo. La decisión que tome de dejar al PRD será una decisión personal, que respetaremos”.

 

Luego de la gresca registrada ayer en el hotel en Oaxaca donde sesionó el Consejo Estatal del PRD (en la que se lanzaron granadas de gas lacrimógeno), Barbosa Huerta consideró que con ello se dejó claro que el sol azteca se ha convertido en tierra de nadie, “donde no hay institucionalidad, ni hay una aplicación de la norma en sus procedimientos”.

 

Por su parte, el senador por Chiapas, Zoé Robledo, levantó la voz para preguntar: “¿Cuándo se jodieron los procesos internos del PRD?”.

 

“Y lo digo con estas palabras, duras, porque no se pueden decir de otra manera. En qué momento un partido que nació producto del fraude, producto de la imposición, producto del rechazo a prácticas democráticas empieza a adquirir todos y cada uno de los rasgos de partidos no demócratas”, cuestionó.

 

De esa manera, algunos senadores del PRD, lamentaron que, José Antonio Estefan, ex priista, sea su candidato para la gubernatura de Oaxaca, y consideraron que esto es una prueba de que la dirección del partido no tuvo la fuerza de enfrentar y de parar la intención del gobernador oaxaqueño, Gabino Cué, de imponer a su candidato, a pesar de no ser el mejor posicionado en las encuestas.