El hotel que la cadena española RIU quiere construir  en Punta Nizuc, Cancún, cumple con todas las leyes y normas ambientales, incluida la NOM-022-Semarnat, aseguró Artemio Roque Álvarez, representante legal de “Roque Álvarez y Asociados A.C.” organismo que realizó una auditoría ambiental del proyecto para la empresa europea.

 

“La norma indica que los proyectos se puedan realizar a menos de 100 metros de distancia, y que simplemente se pueden desarrollar con medidas y esquemas de compensación ambiental”, dijo Roque Álvarez, quien está aprobado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para realizar auditorías ambientales.

 

El grupo español RIU tiene la intención de construir un hotel de 530 cuartos en un predio de 21 mil metros cuadrados. Para tal efecto, ya obtuvieron permiso de cambio de uso de suelo de 15 mil 600 metros cuadrados para el desmonte de la flora que hay en esa superficie.

 

Alejandra Serrano, directora regional sureste de Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. acusó que el proyecto viola el punto 4.14 de la NOM-022-Semarnat que establece una distancia de 100 metros entre un manglar y cualquier obra.

 

Esto lo negó Roque Álvarez al referirse al punto 4.43 de la misma  norma, la cual dice que los límites del punto 4.14 podrán exceptuarse cuando se establezcan medidas de compensación en beneficio de los humedales y se obtenga la autorización de cambio de uso de suelo correspondiente.

 

Para el proyecto de este hotel, añadió el auditor ambiental, la Secretaría de Medio Ambiente y la Comisión Nacional Forestal establecieron una compensación para reforestar 70 mil metros cuadrados.

 

“Ellos lo que hacen es calcular el costo que tendría el reforestar esos 70 mil metros cuadrados, mucho más de lo que van a afectar, y ellos mismos mandan el depósito a un fondo el cual da recursos a proyectos para la restaurar superficies deforestadas”, explicó.

 

La autorización para el proyecto la emitió la Secretaría de Medio Ambiente en el oficio S.G.P.A./DGIRA/DG08730, fechado el 3 de febrero de 2016 y tiene una vigencia de 24 meses. En el documento se establecen 15 términos y siete condicionantes, con lo cual se avala tanto el estudio de impacto ambiental como el cambio de uso de suelo.

 

En tanto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realizó una inspección los pasados 16 y 17 de febrero en el polígono, donde constataron que en el lugar no hay manglar ni especies animales protegidos, aseguró el subprocurador de recursos naturales de la dependencia, Ignacio Millán.

 

“En el recorrido que realizamos, en el polígono que considera el proyecto, no hay manglar, sin embargo encontramos manglar fuera del predio, en los límites. En la condicionante 5 de la autorización a la empresa se señala que deberá de presentar un programa de compensación en beneficio de los humedales, y nosotros vigilaremos su cumplimiento”, dijo el subprocurador.

 

Otra de las condicionantes del permiso, añadió Millán, es que los encargados del proyecto deberán de presentar un programa de manejo y reubicación de la fauna que encuentren en el predio.

 

Cifras

 

  • 21,000 metros cuadrados es la extensión donde RIU proyecta construir el complejo turístico

 

  • 530 cuartos darán cabida a miles de turistas

 

  • 15, 600 metros cuadrados de desmonte están autorizados para el hotel

 

  • 70 mil metros cuadrados serán reforestados como medida de compensación