Casi 18 años después, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) debe decidir el término que se acuña en la Selección Femenil de Futbol: continuidad o “continuismo”.

 

Nadie objeta que gracias a la llegada de Leonardo Cuéllar a las verdes, en 1998, el Tri femenil poco a poco ha ganado un lugar en algunas de las principales competencias internacionales. El problema es que, con la eliminación del selectivo del Preolímpico y la nula posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Río, los cuestionamientos sobre la continuidad de Cuéllar en banquillo de las verdes crecen, como la melena que el estratega utilizaba en lo lejanos años 70.

 

Cuando Cuéllar llegó al Tri en 1998, el futbol femenil prácticamente no existía en México y empezó a construir sin material para hacerlo. En el país no existe una liga profesional, así que tuvo que rascar en Universidades, llanos, deportivos; de dónde pudo y, a fuerza de trabajar, hoy pueden contarse calificaciones a tres Copas del Mundo (Estados Unidos 1999, Alemania 2011 y Canadá 2015). Aunque con una cosecha de resultados que está lejos de los buenos resultados: 6 partidos disputados, con cero triunfos, dos empates y cuatro derrotas, y un saldo de cuatro goles a favor por 23 en contra.

 

Pero si esos números se comparan con su igual masculino, en sus primeras tres participaciones mundialistas (Uruguay 1930, Brasil 1950 y Suiza 1954), competencias en las que jugó ocho partidos, todos con derrotas y en las que acumuló ocho tantos a favor (único rubro en el que los varones fueron mejores que las chicas de Cuéllar) a cambio de 31 tantos recibidos.

 

Entre sus lados de luz y oscuridad se toma en cuenta que Cuéllar se ha encargado, incluso de selecciones menores, una medalla de Plata, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999; además del Tercer Lugar de la Copa Oro 2002; una medalla de Bronce en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, en 2003;  y el octavo lugar de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

 

Nadie le quita méritos a Cuellar, pero parece que el proyecto del futbol femenil, desde hace tiempo, está estancado.

 

El Tri quedaría en familia

 

En 2010, Leonardo Cuéllar, en dupla con Roberto Medina, consiguió, con el Tri Sub 20, convertirse en la primera representación femenil en calificar a la segunda ronda de una Copa del Mundo: llegaron a Cuartos de Final. En la fase de grupos concluyeron invictas con empate ante Japón, triunfo sobre Inglaterra e igualada ante Nigeria. Ya en los Cuartos de Final cayeron contra Corea del Sur con marcador de 3-1

 

También en 2010 y en pareja con Saúl Reséndiz, Cuéllar consiguió la calificación del equipo Sub 17 a la Copa Mundial que se celebró en Trinidad y Tobago.

 

Pese a que fuera en Medina o Reséndiz con quienes se pudiera planear un relevo natural para heredar el mando, Cuéllar ha preparado el camino para que su hijo Cristopher tomé la autoridad. Así ha sido desde 2005 y explicaría por qué, de manera sorpresiva, Cristopher fue nombrado entrenador de porteras para asistir, junto a su padre, a la Copa del Mundo 2015.

 

La herencia de Cuéllar al Tri

 

A sus 37 años, Maribel Domínguez fue parte del fracaso del Tri femenil en el Preolímpico de este año, en apariencia, por el afán de Cuéllar de mantener a la mejor jugadora del futbol femenil y absorber hasta sus últimas gotas de talento. Aunque, la verdad es que Domínguez fue y será la gran herencia del estratega al Tri femenil. No por anda es la goleadora histórica, Mundialista en 1999 y 2011, ganadora del bronce en Panamericanos 2011 y Copa Oro 2002.

 

Los Pecados de Cuéllar

 

2015. El objetivo en el Mundial era ir a los Cuartos de Final, a cambio el Tri perdió 2-1 con Inglaterra, 5-0 con Francia y empató con Colombia. Y fue eliminado.

 

  1. Se enfrascó en una serie de declaraciones que jugadoras del Tri que denunciaron la falta de un cambio en el futbol femenino; Cuellar las margina.

 

  1. Dejó fuera de la convocatoria para el Preolímpico a Charlyn Corral, jugadora del Levante de España y motor ofensivo de las verdes.

 

  1. El Tri femenil cae en el Preolímpico ante la Selección de Costa Rica, con lo que pierde la oportunidad de asistir a los Juegos Olímpicos de Río.