Podrían ser los kilos pero analizando el aspecto de Tom Cruise, todo parece indicar que el actor se ha entregado al botox en rostro y alma, y el resultado, quizá muy reciente, le ha dejado más rechoncho que rejuvenecido. Esta vez, parece que la misión le ha quedado imposible.

 

Cruise, encargado de entregar varios premios Bafta el domingo pasado, lució sonrisa no solo plena sino llena y un cuerpo atlético, que trabaja y cuida con tesón para poder arriesgar en muchas de sus escenas cinematográficas, ya que pocas veces utiliza dobles, algo meritorio a sus 53 años de edad.

 

El que fuera chico “Top Gun” está soltero y sin compromiso, tras su separación de Kate Holmes, con quien tiene una hija, Suri.

 

tom-EFE2