TORONTO. Kobe Bryant acaparó las miradas, los reflectores, los aplausos, tras su Juego de Estrellas número 18 y ahora último de su carrera. No importó que el JMV hubiera sido Russell Westbrook con 31 puntos, que entre las dos conferencias hayan anotado 369 puntos (un récord) o que Paul George hubiera encestado nueve tiros de tres y anotado 41 puntos. Nada, los reflectores fueron para Kobe.

 

Y las estrellas le brindaron su reconocimiento, sobre todo muchos de los protagonistas del juego que forman parte de la generación que creció con él como máxima referencia. Como Paul George, delantero de los Pacers, quien dijo que será recordado “como uno de los más grandes que ha jugado basquetbol gracias a su ética de trabajo. Esa es la razón de por qué es tan grande”.

 

Isaiah Thomas, escolta de los Celtics, por ejemplo, admitió que le habían “lavado el cerebro para ser un fan de los Lakers cuando era pequeño, así que crecí con Kobe Bryant y él era mi jugador favorito”.

 

O Westbrook, armador del Thunder, quien creció en Los Ángeles, resaltó la influencia dentro y fuera de la cancha de Kobe sobre él. Más o menos lo mismo que Chris Bosh, delantero del Heat, quien admitió que en su niñez Bryant fue una influencia decisiva.

 

Draymond Green, delantero de los Warriors, comentó lo mucho que significaba para él estar en este partido junto a Bryant. “Creciendo en mi era, Kobe era el tipo. Así que jugar en el Juego de Estrellas con él, eso es muy especial. Crecí como un fan de Kobe, así que esto es algo realmente especial”. Bryant se retirará al final de la presente temporada, que termina a mediados de año.