El presidente Enrique Peña Nieto consideró que problemáticas globales como la migración, pobreza y la guerra constantemente enfrentan a la humanidad en la “decisión de hacer el bien, de ser indiferentes o de dejarse llevar por el mal”.

 

Al recibir al papa Francisco en Palacio Nacional, el mandatario aseguró que “el individualismo, el consumismo y la permanente ambición de tener siempre más, no sólo provocan ansiedad y frustración, también atentan contra la solidaridad humana y el cuidado del planeta, que es nuestra casa común”.

 

A su parecer, “estos dilemas nos obligan a la reflexión, a pensar hacia dónde vamos y qué mundo queremos legar a quienes vienen después de nosotros. Sobre todo, estos desafíos deben motivarnos a la acción, al compromiso colectivo; al compromiso de todos en favor de una mejor comunidad, de una mejor sociedad”.

 

Tras recibir al pontífice con los honores en su investidura de jefe del Estado Vaticano, el presidente brindó un mensaje, donde dijo que “todos estamos llamados a edificar un mundo mejor, trabajando en unión y en sintonía, porque la solidaridad es, como usted bien lo ha dicho, un modo de hacer la historia”.

 

El jefe del Ejecutivo afirmó que a los “gobiernos nos corresponde crear las condiciones para asegurar un piso básico de bienestar a nuestras sociedades, garantizando oportunidades de desarrollo para todos”.

 

Abundó que “para bien, la democracia se extiende en el mundo. La expresión de la diversidad es cada vez más aceptada, pero, al mismo tiempo, resurgen grupos intolerantes que convierten sus fobias en actos de odio”.

 

Para Peña Nieto, la humanidad enfrenta acelerados cambios, que provocan incertidumbre en la población. Explicó, por ejemplo, “los avances en la ciencia y la medicina, hoy nos permiten curar más enfermedades y vivir más tiempo. Pero los adelantos científicos también son utilizados para hacer la guerra y causar daño”.

 

A su vez, “nunca se había producido tanta riqueza como ahora, y a pesar de ello, se sigue concentrando en muy pocas manos y las nuevas tecnologías multiplican la generación y difusión del conocimiento, pero quienes no tienen acceso a ellas, ahora enfrentan nuevas formas de exclusión”.

 

También “la globalización ha promovido una intensa movilidad de bienes y de capitales, pero se siguen levantando barreras y obstáculos a la migración de personas que buscan una vida mejor”.

 

Peña Nieto recordó que México es un Estado laico, “que al velar por la libertad religiosa, protege la diversidad y la dignidad humana. Por su parte, a los ciudadanos les corresponde practicar y transmitir los valores que nos permiten convivir y avanzar en sociedad”.

 

A Francisco se le recibió como jefe del Estado Vaticano, en la ceremonia se presentaron las comitivas de la Santa Sede y el gobierno de la República, entonaron los himnos de ambos estados y hubo un saludo a las banderas correspondientes.

 

Sobre la gira pastoral del pontífice, el mandatario mexicano expresó que “su presencia entre nosotros contribuye a reafirmar nuestra vocación colectiva por la paz y la fraternidad, por la justicia y los derechos humanos. Las causas del Papa son, también, las causas de México.

 

Durante su recorrido por el país, le dijo, encontrará “a millones de personas de bien, honestas y trabajadoras que, en su día a día, practican una vida de principios (…) en las calles, en los estadios y plazas que visitará, se encontrará con un pueblo generoso y hospitalario; con un pueblo orgullosamente guadalupano”.

 

 

Encuentro privado

 

Peña Nieto presentó al Papa Francisco a parte de los integrantes de su gabinete, entre ellos el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas y los titulares de la Defensa Nacional y Marina.

 

A su vez el Papa presentó a los cardenales y obispos mexicanos, en un hecho histórico en el que por primera vez un obispo de Roma es recibido en Palacio Nacional, tras lo cual el mandatario mexicano y el pontífice se trasladaron a un salón interno en donde sostuvieron un encuentro privado.

 

En el Salón Azul de Palacio Nacional, el santo padre saludó a los representantes de los poderes en el país: Jesús Zambrano, presidente de la Cámara de Diputados; Roberto Gil Zuarth, de la Cámara de Senadores y el ministro Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

 

También canceló un timbre postal conmemorativo de la Visita de su Santidad, el papa Francisco. Al papa le explicaron el mural de Diego Rivera que se encuentra en las escalinatas principales de Palacio Nacional.

 

El jefe del Estado Vaticano salió de la Nunciatura Apostólica alrededor de las 8:30 horas para abordar el papamóvil que lo trasladó al Centro Histórico de la ciudad.