La preocupación sobre las condiciones de la economía a nivel mundial, los débiles resultados trimestrales de algunos bancos europeos que generaron “nuevos temores sobre una posible crisis financiera” y la caída en los precios internacionales del petróleo llevaron a vivir un jueves negro en los mercados del mundo.

 

Analistas financieros expresaron que ante estos escenarios, los inversionistas buscaron refugio en metales preciosos tales como el oro y la plata.

 

De acuerdo con un análisis de Invex, los mercados en Europa se derrumbaron a mínimos desde septiembre de 2013, debido a las pronunciadas pérdidas del sector financiero y energético que durante la sesión retrocedieron 6.26% y 3.95%, respectivamente.

 

Durante la jornada financiera, los bancos que encabezaron las pérdidas fueron Societe Generale con 12.57%, Credit Suisse con 8.41%, Barclays con 7.10% y Deutsche Bank con 6.14%, añadió.

 

En México, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no fue ajena a estas caídas de los mercados europeos y de Nueva York y perdió 0.41%.

 

Este nerviosismo impulsó de nueva cuenta al dólar estadunidense, tanto en operaciones al mayoreo como al menudeo y cerró en 19.4025 pesos–nuevo máximo en el Banco de México- y 19.57 pesos a la venta en ventanillas bancarias. Para contrarrestar la depreciación del peso, el banco central colocó 400 millones de dólares para asegurar liquidez en el mercado cambiario.

 

Contrario a lo que ha ocurrido en otras sesiones en los mercados, el peso fue la moneda emergente que más se depreció frente a divisas internacionales y en particular con el euro, debido a la caída global de los mercados bursátiles y los precios del petróleo.

 

“La caída de las bolsas internacionales genera pérdidas que hace que muchos fondos de inversión retiren dinero de economías emergentes y en esta ocasión fue particularmente en el peso, aunque la caída de la moneda mexicana es exagerada”, mencionó Alexis Milo, economista en Jefe del Deutsche Bank.

 

Mientras, el petróleo mexicano sumó su segunda baja de la semana al caer 3.32% y terminar en 22.08 dólares por barril, en línea con la caída de los precios de los crudos referentes del West Texas Intermediate (WTI) y del mar del Norte, Brent, que reportaron mermas de 4.52% y 3.31%, respectivamente y cerrar en 26.21 y 30.06 dólares por barril cada uno.