Ante los altos índices de criminalidad en varias partes de Guerrero, empresarios del puerto turístico de Acapulco, y Chilpancingo solicitaron a la Secretaría de la Defensa Nacional, autorización y capacitación para portar armas de fuego ante actos delictivos en sus respectivos negocios. Desde hace meses diversos consejos empresariales en la entidad habían pedido a las autoridades una solución ante la ola delictiva y de violencia que azota a la entidad.

 

Tras una reunión en la Secretaría General de Gobierno, el titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Comparmex) – Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos anunció que a la fecha suman ya siete socios que han solicitado dichos permisos para hacer frente a los delincuentes, debido a que no tienen garantía de que las autoridades les brinden protección. Según el líder empresarial son ya 35 trabajadores facultados para portar un arma de fuego.

 

“Son siete propietarios de negocios de la capital del estado, ellos ven que la situación en Chilpancingo no ha cambiado y por autoprotección, de sus familias y patrimonio, pues han decidido tener armas en su propio local, y viven en la parte de arriba, por eso piden el uso de armas”, justificó el administrador de la Confederación.

 

Según declaraciones de Alarcón Ríos a la prensa tras el encuentro, la decisión de expandir dicha medida se derivó de que en lo que va de este año ya suman al menos cincos secuestros de socios, y unos 35 comercios han tenido que cerrar, incluso varios propietarios han decidido trasladarse a otra entidad.

 

Al ser víctimas de ataques, asaltos, secuestros y extorsiones, el empresario confió en que los próximos días tendrían respuesta de la Sedena, y demás autoridades federales y estatales para determinar la ruta de la campaña de registro de armas y adiestramiento para la autoprotección del gremio y su patrimonio.

 

Apenas en noviembre de 2015, representantes de diversos consejos empresariales en la entidad exhortaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno a replantear la estrategia de seguridad, y poner en marcha operativos para atender la situación de violencia que se registraban particularmente en el puerto de Acapulco, al acusar que “no sólo la Costera Miguel Alemán es Acapulco”.

 

Aunque el gobierno de Guerrero ha respondido que armarse no es el “camino correcto para combatir la inseguridad”, los empresarios argumentan que las fuerzas de seguridad no son suficientes para combatir la violencia que se vive en la capital del estado, Chilpancingo, donde sólo hay 115 policías municipales certificados trabajando en los tres turnos.