Sinónimo de potencia: cuando la política exterior de un país mueve al mundo. Obama le abre las puertas del comercio internacional a Irán y tras ello dos de sus socios históricos le dan la espalda, y pronto responderán: Israel y Arabia Saudita son más vulnerables hoy que el año pasado. Si en la historia contemporánea ambos países fueron cómplices de la política exterior de Estados Unidos, no será fácil encarar a Obama con armamento diplomático. Buscarán otras formas.
La decisión de Obama provocará un incremento en la oferta global del petróleo, por lo que su precio convertirá al sector en uno de los más anémicos del año. Sin embargo, la decisión trasciende al mercado del petróleo, en realidad representa una bomba política a la familia saudí en plena batalla prehistórica en contra de los chiitas a beneficio del Estado Islámico. Oriente Medio continuará siendo la región más vulnerable del planeta porque las alianzas estratégicas cambian de un día a otro. Pensemos en François Hollande, el presidente francés quería a Bachar al Asad (presidente de Siria) fuera del poder hasta el 13 de noviembre pasado. Después de los ataques terroristas en París aceptó una alianza (política) con Rusia, dando un vuelco a sus objetivos primigenios. El mismo Obama reculó en su amenaza de atacar a Al Asad en el momento que éste utilizara armamento químico en contra de su población. Después de que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ofreciera pruebas, Obama prefirió dar un paso atrás de la famosa línea roja.
Lejos parecen los tiempos de Mahmud Ahmadineyad, el presidente iraní que con su retórica antiestadunidense encontró calor latinoamericano en los brazos de Hugo Chávez. Hoy, el mapa de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos ha variado sustancialmente. Cuba e Irán son los ejemplos emblemáticos. Con Benjamín Netanyahu si bien es cierto que mantiene los puentes históricos, su relación personal es muy mala. De ahí que el presidente israelí gestionara con los republicanos una visita al Congreso en Washington con el visto “malo” del presidente Obama.
En 2016, el presidente Obama tratará de consolidar los movimientos diplomáticos que elaboró durante su gestión. Queda la duda sobre la forma en que Arabia Saudita le responderá lo que considera una afrenta: el regreso de Irán al comercio global.