BERLÍN. Inquieta en Alemania el tema de la seguridad interna, por lo que legisladores piden leyes más duras, la policía demanda por lo menos nueve mil nuevos policías, y algunos sectores de la población optaron por formar grupos de defensa civil.

 

El ministro de Justicia, Heiko Maas, advirtió sobre la intensificación de la violencia de la extrema derecha. El problema salió a la luz con los sucesos de la noche de Año Nuevo en Colonia. Esos grupos civiles que han surgido en algunas ciudades y poblaciones de Alemania, tienen un factor común.

 

Aseguran que quieren velar por la seguridad de sus mujeres tras los acosos coordinados y robos ocurridos la noche de Año Nuevo en Colonia y en otras ciudades alemanas.

 

En ciudades de toda Alemania se han formado unidades de defensa civil, pero sus actuaciones y su idea de la ley no están siempre exentos de controversia, ya que muchos tienen ideología de extrema derecha.

 

Su modus operandi es que salen juntos a patrullar durante el fin de semana o durante eventos especiales para vigilar que no haya problemas.

 

El surgimiento o fortalecimiento de estas patrullas ciudadanas surgió de la desconfianza frente a la policía después de lo ocurrido en la última noche de 2015 en Colonia.

 

En esa ocasión unos mil hombres, la mayoría de aspecto árabe o norafricano, se dedicaron a rodear, acosar sexualmente y robar a las mujeres que se encontraban en los alrededores de la estación de tren.

 

Sucesos similares, aunque a menor escala, ocurrieron en otras ciudades como Hamburgo.

 

El cuerpo policíaco de Colonia reaccionó en forma ineficiente e incapaz ante la multitud de hombres alcoholizados y agresivos, la mayor parte de ellos inmigrantes y muchos refugiados.

 

La policía no hizo nada. Impotente se replegó, mientras muchas mujeres alemanas pedían una ayuda que no recibieron.

 

Oliver Malchow, director del Sindicato de la Policía, órgano que representa los intereses de la mayoría de los agentes del orden en el país europeo, demandó este domingo que el tema de la seguridad interna se ponga de nuevo muy arriba en la lista de los grandes temas nacionales.

 

Malchow señaló que se necesitan al corto plazo por lo menos nueve mil nuevas contrataciones de policías y argumentó que ese cuerpo está sobrepasado por la abrumadora cantidad de trabajo.

 

En los últimos diez años han sido cancelados 16 mil puestos de policías en el país, por lo que una nueva oleada de contrataciones es necesaria en el presente.

 

Eso sería sólo el principio: “hace años que hemos puesto de relieve esa problemática”, dijo el representante policíaco, y agregó: “pero no se nos escuchó”. A raíz de los sucesos de Colonia, el problema se volvió visible.

 

Autoridades policiacas alemanas y ministros del Interior de diversos estados del país decidieron iniciar la contratación de tres mil agentes del orden, pero el sindicato recalcó este domingo que esa cifra es insuficiente.

 

El ministro del Interior del Estado germanoccidental de Saarland, Klaus Bouillon, declaró que de lo que se trata en estos momentos “es de la defensa de la democracia. “Colonia fue una alerta”, subrayó. “Habíamos subestimado la situación”.

 

Pero eso no es todo, el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, declaró que en el país “hay una corriente de xenofobia y de violencia de radicales de derecha, que amenaza la seguridad de nuestra sociedad”. Con ese motivo citó a los ministros del Justicia de los 16 estados alemanes.

 

El director de la Oficina Federal de Criminalidad, Holger Münch, advirtió sobre la formación de células terroristas en Alemania, del estilo de la NSU (Clandestinidad Nacional Socialista, de ideología nazi).

 

Ésta fue una formación pequeña pero letal que asesinó a nueve inmigrantes extranjeros en el país en un lapso de 10 años, y actualmente es juzgada la única integrante que quedó de ella.

 

Esa fue otra llamada de alerta en Alemania porque quedó de manifiesto que un buen número de funcionarios públicos, policías y miembros del sector de seguridad, vieron lo que estaba sucediendo y se hicieron de la vista gorda.

 

Algunos de ellos incluso destruyeron pruebas y minimizaron los asesinatos. No les dieron una dimensión política sino que argumentaron que fueron pleitos entre inmigrantes.

 

El ministro federal de Justicia determinó que la reunión para la que los ministros de Justicia estatales se están preparando, deberá traer consigo decisiones sobre cómo combatir exitosamente los delitos de la extrema derecha y de la violencia xenófoba.

 

La cita es el 10 de marzo próximo en Berlín, días antes de las elecciones en tres estados alemanes: Baden Württenberg, Renania del Norte Westfalia y Sajonia Anhalt.

 

Maas se propone también pedir a los ministros estatales del Interior que sensibilicen al sector justicia sobre los delitos xenófobos y de violencia de la extrema derecha para que la tendencia ideológica que encierra esas violaciones a la ley, sea reconocida.

 

Abordará también en esa reunión de cómo la extrema derecha alemana se está conectando entre sí por medio de las redes sociales para atacar a inmigrantes y a alojamientos de refugiados.