WASHINGTON. Al menos 145 legisladores demócratas urgieron al presidente Barack Obama a suspender las redadas y las deportaciones de inmigrantes centroamericanos, horas antes de que el mandatario rindiera su último informe de gobierno.

 

En una carta dirigida al presidente, legisladores que han sido aliados de Obama en iniciativas como la reforma de salud rompieron filas y demandaron un trato humanitario y un proceso legal debido para los inmigrantes.

 

“Hay un rechazo, un repudio a su política de deportaciones que causa terror y miedo a lo largo de nuestra comunidad”, dijo el legislador demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, luego de develar el contenido de la misiva.

 

“Le hemos pedido que cese estas deportaciones, en tanto se puede garantizar que tengan asistencia legal y que todas las mujeres y niños tengan su día en la corte”, apuntó.

 

Al menos 121 menores de edad y adultos fueron detenidos en redadas ejecutadas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), por haber ignorado alguna etapa de su proceso migratorio, y llevados a centros de retención en el estado de Texas.

 

La carta fue firmada por algunos demócratas que han apoyado a Obama durante su presidencia, pero que condenaron en los términos más enérgicos la decisión del Departamento de Seguridad Interna (DHS) de iniciar las redadas desde diciembre pasado.

 

La misiva también está suscrita por el número dos del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer.

 

“Desafortunadamente, la administración Obama se apresuró a aprobar está política más aconsejada, aunque tendría un calificativo más duro, que fue diseñada para enviar un mensaje de la gente no viniera a Estados Unidos”, deploró Hoyer.

 

Poco antes de que se difundiera la carta, el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, se reunió con el titular del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Jeh Johnson, y pronosticó que las redadas serán suspendidas, aunque no dio detalles.

 

Hillary pide freno

 

Por su parte, la aspirante a la candidatura demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, se distanció del presidente Obama a raíz de la nueva política presidencial de conducir las polémicas redadas.

 

“Nuestros esfuerzos para aplicar la ley de inmigración deben ser apropiados y humanos, es por eso que las redadas que se están llevando a cabo en las comunidades inmigrantes deben de parar”, señaló Clinton en una postura distribuida por su campaña presidencial.

 

“Las redadas han sembrado miedo y división entre las comunidades inmigrantes de todo el país. La gente tiene miedo de ir a trabajar. Tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela. Tienen miedo de ir al hospital, e incluso de ir la tienda”, señaló.