¿Cuánto más aguantará Chivas sin descender en una Liga abierta a cualquier cantidad de extranjeros? El reglamento de competencia está abierto y la Liga cuenta con casi 160 jugadores no nacidos en México, incluidos en dicho número los extranjeros y naturalizados… la globalización futbolística a todo lo que da y, en medio, Chivas, un equipo que ha llegado a contar con más mexicanos que la propia Selección Nacional, que sí admite naturalizados.

 

Fue al final del Apertura 2011 el último año en que Chivas dominó el futbol mexicano. En aquel torneo corto, que aún no estaba abierto al número de naturalizados por equipo (aún contaban como extranjeros si no habían cumplido cinco años desde la obtención de su carta), Guadalajara terminó como superlíder, aunque en la Liguilla cayó en Cuartos de Final ante los Gallos Blancos de Querétaro de su ex amor, el Bofo Bautista.

 

Fue el último torneo en que Chivas peleó por la supremacía del futbol nacional. Lo hizo con nombres como Luis Michel, Patricio Araujo, Héctor Reynoso, Jonny Magallón, Miguel Ponce, Marco Fabián, Alberto Medina, Omar Arellano, Erik Torres; con promesas como Xavier Báez, Carlos Fierro y Omar Esparza, un equipo que no sólo competía. Dos años después, en 2013, se abrió la llave para que no hubiera restricción en el número de naturalizados, al tiempo que Chivas entró en una crisis que desde entonces lo mantiene en la lucha permanente por no descender entre los últimos cuatro lugares de la porcentual.

 

A Chivas todos le venden caro. Si no, nada más ver los más de 15 millones de dólares que gastó en Carlos Gullit Peña y el juvenil Orbelín Pineda, al que adquirió en siete millones de dólares, sin más credenciales que ser una promesa. Por ponerlo en contexto, Javier Hernández fue vendido al Manchester United en 10 millones de dólares.

 

Los principales equipos del futbol mexicano tienen la posibilidad de jugar con alineaciones titulares casi completas de no nacidos en México. Sin ir más lejos, América, Cruz Azul, Tigres, Monterrey y hasta Pumas, podrían hacerlo. Los naturalizados dominan la liga y el futuro parece poco halagüeño para un equipo que hace de la tradición su principal característica.

 

Las que fueron fábricas de talento

 

Hoy ni las otrora mejores canteras del futbol mexicano se salvan de la invasión de naturalizados, permitida por los reglamentos. Chivas está solo en la lucha por obtener futbolistas mexicanos, porque el resto de los equipos, sobre todo los que presumían las canteras que surtían a Selección Nacional, están ocupadas con sus plazas de naturalizados. Pasa incluso con Pumas, Atlas y Pachuca, que se habían distinguido por su producción de jugadores nacionales.

 

Hoy están muy lejos de ese pasado. Pumas, entre extranjeros y naturalizados, suma 11 jugadores, es decir, sin problemas pararía un cuadro completo; mismo caso que el Pachuca, que tiene el mismo número entre naturalizados y extranjeros, mientras que Atlas es de los más conservadores y aun así tiene siete (cuatro extranjeros y tres naturalizados).

 

Es la tendencia nacional, buscar en la facilidad de la obtención de la carta de naturalización darle la vuelta a la inflación de precios en el futbolista nacional, pero… ¿y las canteras?