MANAMÁ | JARTUM | ABU DHABI. Bahrein y Sudán se sumaron hoy a Arabia Saudita y cortaron sus relaciones diplomáticas con Irán, mientras que Emiratos Árabes Unidos anunció una disminución de su representación diplomática en dicho país.

 

Bahrein dio a sus representantes diplomáticos 48 horas para dejar ese país ubicado en el centro oriente de la península arábiga.

 

La ruptura de relaciones entre el país gobernado por sunitas sigue a la que hizo Árabia Saudita luego de las protestas violentas en sus representaciones diplomáticas en Teherán y Mashad.

 

Las protestas siguieron a la ejecución del clérigo chiíta Nimr al-Nimr, quien de acuerdo a Ryad, azuzó las protestas que Bahrein vivió en 2009.

 

En tanto, el Ministerio de Exteriores de Sudán anunció también el rompimiento de relaciones diplomáticas con Irán “de forma inmediata” y “en solidaridad con el Reino de Arabia Saudí”, informó la agencia oficial de noticias Suna.

 

En un comunicado, el Departamento de Exteriores explicó que detrás de esta decisión está el “asalto brutal a la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad”, que tuvieron lugar en la noche del sábado.

 

Asimismo, pidió al embajador iraní en Jartum que abandone el país, con todos los miembros de la misión diplomática, y retiró al embajador sudanés en Irán.

 

El Ministerio condenó las “intervenciones iraníes en la región” basadas en el sectarismo y la “negligencia del Gobierno iraní” en los asaltos a las legaciones diplomáticas saudíes, calificándolos de “práctica hostil y extremista”.

 

El gobierno de Emiratos Árabes Unidos anunció que su embajador en Teherán, Saada Seif al Zaadi, regresa a casa y que su representación queda reducida al nivel de encargado de negocios.

 

Asimismo, el gobierno emiratí dijo que esta “medida excepcional” responde a la “injerencia continuada iraní en los asuntos internos de los países árabes del Golfo, que ha llegado a niveles sin precedentes”.

 

La decisión de EAU llega después del anuncio hoy por parte de otro reino suní del Golfo, Bahréin, de cortar las relaciones diplomáticas con Irán, al igual que ya lo hizo anoche Arabia Saudí.

 

Todos ellos citaron como principal motivo los ataques contra la Embajada saudí en Teherán y su consulado en la ciudad de Mashhad, registrados este fin de semana dentro de las protestas por la ejecución del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudí.

 

Su muerte ha desatado una ola de críticas y condenas por parte de la comunidad chií de Oriente Medio, así como disturbios en los países con población chií, como Bahréin, y en la provincia saudí de Al Qatif, de donde era originario Al Nimr.

 

Los países árabes del Golfo pérsico han acusado reiteradamente a Irán de interferir en sus asuntos internos y de apoyar a la oposición chií que pide más derechos e igualdad, y que suele ser reprimida por las autoridades suníes.