Reducir la actividad física, servirse comida en grandes cantidades, ingerir alimentos con muy altas densidades calóricas (mucha grasa y azúcar, poca fibra) y seguir comiendo hasta sentirse más que lleno, son actividades comunes en la temporada navideña que pueden ocasionar que una persona suba hasta 1.5 kilos por semana en el mes de diciembre, de acuerdo con la Clínica de Obesidad del Hospital General de México, “Dr. Manuel Gea González”.

 

Las personas más afectadas por el incremento de peso son aquellas que el resto del año ya presentan hábitos poco saludables como comer demasiado y no hacer ejercicio; sin embargo, durante esta época se incrementan los síntomas pues al llegar las vacaciones, las personas tienden a disminuir aún más su actividad física y a “darse permiso” de atracarse con la comida de la temporada, explicó Alejandra Oropeza, directora de la Clínica de Obesidad.

 

Ante esta situación, si lo que se busca es reducir al máximo los kilos “extra” que llegan con la temporada pero sin privarse de los platillos navideños, la recomendación es “guardarse” para consumir comida alta en grasas y azúcares sólo durante las cenas (de Año Nuevo y Navidad) y los recalentados, conservar una dieta que incluya verduras y alimentos con fibra, no saltarse ninguna comida e ingerir una colación cada tres horas para activar el metabolismo.

 

Sin embargo, la fórmula para distinguir cuándo debemos parar, señala Oropeza, es hacer una “medida mental”.

 

“Yo les digo a mis pacientes que piensen que ‘1’ es sentirse muy hambriento, como si no hubiesen comido nada y ‘10’ es estar tan lleno que llegas al botonazo; cuando estén en ‘6’, que se sientan llenos pero como que aún pueden comer un poco más, paren”, mencionó.

 

De acuerdo con la especialista en Nutrición, al término de la temporada navideña (entre enero y marzo) es cuando más crece el número de personas que acuden por primera vez a la Clínica de Obesidad en búsqueda de bajar de peso. Aunque el número de nuevos pacientes es variable, si antes de diciembre llegan 90 al mes -ejemplificó- a partir de la segunda quincena de enero, la cifra puede sobrepasar los 150.

 

El problema es que de estos 150 pacientes que llegan con la intención de mejorar su calidad de vida con el año nuevo, sólo 60% continuará con el tratamiento y de estos, sólo 4 de cada 10 obtendrá resultados porque es necesario tiempo, constancia y disciplina y los resultados no se obtienen de manera automática.

 

“Los pacientes que tienen mejores resultados son los que comprenden que durante el primer mes de tratamiento van a registrar la mayor pérdida de peso y pueden llegar a perder hasta seis kilos, pero a partir de que el cuerpo se habitúa a los cambios en el estilo de vida, la pérdida de peso se va a hacer más lenta. Si quieren ver resultados inmediatos, o no son constantes y honestos con el tratamiento, no van a bajar lo que esperan”, señaló.