PARÍS. El presunto yihadista que en junio pasado decapitó a un hombre y trató de hacer explotar una empresa de distribución de gas del sur de Francia, se suicidó en la prisión francesa donde estaba recluido.

 

El preso Yassin Salhi apareció muerto la noche pasada en su celda de aislamiento del reclusorio de Fleury-Mérogis, al sur de París, informaron este miércoles fuentes oficiales.

 

El hombre se ahorcó con un cable eléctrico que colgó en los barrotes de su celda, precisaron las fuentes.

 

Salhi fue detenido el pasado 26 de junio luego de decapitar a su jefe e intentar hacer explotar al grito de “Alá es grande” una empresa de gas industrial en la sureste región de Lyon.

 

El hombre, que envió un mensaje y fotos del decapitado a Siria luego de realizar el ataque, había negado siempre haber actuado por motivaciones terroristas y confesó que asesinó a su jefe luego de una fuerte discusión.

 

Sin embargo, el procurador de París, François Molins, consideró que el escenario del crimen y del ataque a la empresa de gas correspondía a un plan terrorista.

 

Salhi había sido fichado por la policía por sus vínculos con grupos salafistas del norte de Africa y había sido vigilado por la policía francesa durante dos años.  DM