Ayer estuvimos atentos al anuncio y comunicado de la Reserva Federal de Estados Unidos, en el que decidió aumentar su tasa de fondeo por primera vez desde mayo de 2006. En esta ocasión elevó su tasa 25 puntos base para ubicarla en 0.50%. Al cierre de operaciones, la respuesta fue positiva en los mercados de capitales como el Dow Jones, el S&P 500 y Nasdaq Composite, lo mismo que en la bolsa de México.

 

Así mismo, se observó al dólar frente a la canasta de divisas con un cierre moderado al alza. En nuestro caso, el peso mexicano logró una apreciación que intenta ubicarse debajo de 17.00. En cuanto a materias primas, se dio un cierre negativo en el petróleo WTI ante un aumento en el inventario de crudo, mientras que el oro logró un cierre positivo aunque dentro de una clara tendencia de baja.

 

A pesar de que la Fed considera que en 2016 pudiera tener entre tres y cuatro aumentos adicionales de 25 puntos base, las condiciones actuales de la economía difieren mucho de los movimientos de alza del último movimiento de mayo de 2006. Nuestra posición es que habrá uno a dos aumentos si las condiciones lo permiten.

 

Esta alza en tasas está sustentada en un desempeño favorable del empleo y un avance paulatino de la economía. Sin embargo, consideramos que la inflación se mantiene en niveles bajos, el sector vivienda recupera terreno pero lejos de los niveles pre crisis (2006–2007) y algunos sectores como el de manufactura en franca desaceleración.

 

Como antecedente, cuando se dio el alza en mayo de 2006, los indicadores económicos en Estados Unidos registraban condiciones diferentes en general. Por ejemplo, la producción industrial reflejaba crecimientos anuales de 1.90% contra una tasa de crecimiento negativa de 1.2% al mes de noviembre y conocida el día de ayer.

 

La inflación entonces se mantenía en niveles de 3.0 a 4.0%, mientras que hoy se coloca en 0.50% anual. Además, en aquel momento, la tasa de desempleo se encontraba en 4.60% (pleno empleo), mientras hoy se ubica en 5.0%, también en pleno empleo aunque apenas alcanzando este estatus.

 

Con todo esto, consideramos que las condiciones en las tasa de interés “hoy” inician un posible cambio de tendencia, pero no tenemos duda que será un movimiento muy gradual, ya que en 2016, además del entorno económico comentado se presenta un primer trimestre en el cual el clima jugará un papel importante y a partir de marzo próximo arranca el proceso de elecciones presidenciales, en el que la economía será un elemento que sin duda determinará la preferencia electoral.

 

Hoy, con el partido demócrata, el déficit fiscal se recuperó en ocho años de -10% del PIB en 2009 a -2.5% del PIB en el año fiscal 2015 que terminó en septiembre pasado. Además, entre 2008 y 2010 se perdieron 5.8 millones de empleos y en los siguientes años se han creado 10.6 millones, es decir, no sólo se han cubierto las plazas perdidas, sino que se han creado prácticamente el doble de lo que se perdió como consecuencia de la crisis hipotecaria.

 

La Fed seguirá atenta al comportamiento económico, pero confía que los efectos de la debilidad global no impactarán en el desempeño de la economía norteamericana y que los precios de energéticos vean cierta estabilidad para el siguiente año.