La cabeza de Ignacio Ambriz pende de un hilo. La derrota que sufrió América en el Mundial de Clubes ante el Guangzhou Evergrande de China, causó molestia en el dueño del equipo, Emilio Azcárraga, quien abandonó molesto el Nagai Stadium de Osaka, según reportaron medios de comunicación nacionales.

 

La directiva tenía planeado, por lo menos, acceder a las Semifinales del evento, donde se medirían al Barcelona. Un sueño que quedó truncado con el descalabro. Jugadores, cuerpo técnico y directiva tenían los boletos de regreso a México para el 21 de diciembre y ahora tendrán que modificarlos.

 

El problema es mayor porque se dio un conflicto entre Carlos Darwin Quintero y Rubens Sambueza, después de que el primero le dio un cabezazo al capitán azulcrema en pleno partido, en una imagen que fue captada por varios periodistas mexicanos que estuvieron en la justa.

 

Si bien es cierto dio un grato sabor de boca en la Liguilla a pesar de que fue eliminado por Pumas, dicho esfuerzo parecen no ser suficientes para que Ambriz permanezca en la institución, y el mismo estratega lo sabe.

 

“Sí temo por mi continuidad. No ganamos en México ante Pumas y fracasamos en el Mundial de Clubes. Si hay un culpable de la derrota ese soy yo”, dijo el timonel, en conferencia de prensa.

 

“Desde que yo llegue he sido un poco o muy criticado. Siempre he dicho que para que valoren tu trabajo tienes que ser campeón y no lo fuimos en el torneo mexicano y ahora se nos va una oportunidad de pasar a la siguiente ronda. Estoy en manos de los directivos”, sentenció.

 

Al respecto, durante el entrenamiento del equipo, posterior a la derrota, Ricardo Peláez, presidente deportivo del América, aseguró a enviados de distintos medios que su continuidad también está en juego y asumió la responsabilidad del llamado fracaso. “Hay responsabilidades, pero el máximo responsable soy yo. Hay un consejo directivo que va a evaluar mi continuidad”.

 

América aún tiene un partido más por el quinto puesto el próximo 16 de diciembre ante Auckland City.