WASHINGTON. La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para endurecer el  programa Visa Waiver, el cual permite a viajeros de 38 países visitar el país por 90 días sin visado, esto en respuesta a los atentados del 13 de noviembre en París y al ataque de la semana pasada en San Bernardino California.

 

Con 407 votos a favor y 19 en contra, la Cámara baja dio luz verde al proyecto legislativo que negará la entrada a Estados Unidos sin visado a los ciudadanos de países como Francia, España y Chile que hayan viajado a una serie de naciones, incluidos Siria e Irak, durante los últimos cinco años.

 

El programa Visa Waiver permite ingresar sin visado a Estados Unidos a unos 20 millones de personas cada año.

 

La legisladora republicana Candice Miller afirmó que se no se puede dar fácil acceso al país a personas de las cuales no se tiene información absoluta y necesaria para certificar que no son una amenaza para la seguridad del país.

El texto da autoridad al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para volver a exigir visados a aquellos países del programa que no compartan información sobre sus viajeros y no colaboren de esta forma con la lucha antiterrorista.

 

En la Cámara alta, la senadora demócrata por California Dianne Feinstein propuso otro proyecto con restricciones de entrada aún más duras para los países exentos de visados.

 

La semana pasada, la Casa Blanca anunció cambios del programa de exención de visas para que se introdujeran inmediatamente modificaciones en la solicitud de autorización de viaje conocida como ESTA, por sus siglas en inglés, que deben cumplimentar los ciudadanos exentos de visa antes de entrar en EU.

 

Con esa modificación, la solicitud ESTA incluirá información sobre cualquier viaje pasado del solicitante a países que constituyen un refugio terrorista.

 

Los ataques en París y la masacre en San Bernardino perpetrados por integrantes del autodenominado Estado Islámico (EI) han hecho revivir en Estados Unidos, el fantasma de los atentados del 11 de septiembre de 2001, al generar una gran preocupación por la seguridad del país y por el poder del EI para reclutar a ciudadanos occidentales, que pueden perpetrar atentados contra su país de origen.

 

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