MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a Turquía de que Moscú adoptará más sanciones por el derribo de su bombardero en la frontera siria, en su discurso sobre el estado de la nación que este año estuvo centrado en el terrorismo internacional.

 

Entre el auditorio en la sala San Jorge del Kremlin, con los miembros del Parlamento en pleno, del Gobierno y otras autoridades civiles y religiosas, se encontraban también las viudas de los dos militares rusos muertos en Siria: el piloto del Su-24 derribado y un infante de marina que murió durante la operación de rescate del avión.

 

“Alá decidió castigar a los gobernantes turcos quitándoles la razón, privándolos del sentido común”. Con un enérgico discurso, el presidente ruso, Vladímir Putin, volvió a cargar contra Turquía y su liderazgo, a quien acusó de “llenarse los bolsillos con el crudo robado” en Siria e Irak.

 

“Sabemos quiénes en Turquía se llenan los bolsillos con el crudo robado”, señaló Putin, en alusión al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su familia, a quienes Moscú acusa de beneficiarse del negocio del petróleo saqueado por el Estado Islámico.

 

En un claro tono amenazante, el jefe de Estado ruso afirmó: “Si creen que se librarán con tomates u otras restricciones tras cometer un crimen de guerra, se equivocan”. “No lo olvidaremos jamás, los turcos van a lamentar el derribo del avión”, dijo.

 

El presidente ruso, que viene insistiendo sobre la necesidad de una coalición amplia contra el terrorismo yihadista en Siria, afirmó que “es imposible vencer el terrorismo internacional con las fuerzas de un solo país. Por ello, afirmó que “hay que dejar de lado todas las diferencias y crear un puño fuerte, un único y poderoso frente antiterrorista que actúe con el mandato del derecho internacional y bajo la égida de la ONU”.

 

En medio de la actual crisis con Turquía y poco después de la alocución de Putin, Rusia anunció hoy la suspensión de las negociaciones para el tendido del gasoducto Turkish Stream, que debía suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y territorio turco, evitando así el tránsito a través de Ucrania.