En tan solo 10 días, cinco aviones comerciales han sido desviados de su ruta original por distintas amenazas, tres de ellos de la compañía Air France, con destino a París.

 

La aviación civil internacional se encuentra en alerta máxima luego de los ataques terroristas en la capital de Francia, que dejaron al menos 129 muertos, así como el derribo de un avión ruso en la península del Sinaí, en Egipto, que se dirigía hacia Moscú el 31 de octubre y en el que murieron 224 personas, ambos ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).

 

Este domingo, un vuelo de Southwest Airlines que cubría la ruta de Indianápolis a Los Ángeles, en Estados Unidos, fue desviado a la ciudad de Kansas luego de que la tripulación reportó un “comportamiento sospechoso” por parte de varios pasajeros.

 

El vuelo 5929 de Southwest fue desviado “como medida de precaución basado en un comportamiento sospechoso mostrado por varios pasajeros”, comentó una vocera de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados unidos (FBI, por sus siglas en inglés).

 

Horas antes, una aeronave de Turkish Airlines, que despegó el sábado por la noche desde Nueva York hacia Estambul con 256 pasajeros, fue desviado a Halifax, en Canadá, debido a una amenaza de bomba que resultó falsa, según reportó la Real Policía Montada Canadiense.

 

Ambos incidentes ocurrieron días después de que Air France desvió dos vuelos desde Los Ángeles y Washington, en Estados Unidos, con destino a París, esto por amenazas de artefactos explosivos.

 

El pasado 14 de noviembre, un día después de los ataques en la capital francesa, un Airbus 321 de Air France, que salía de Ámsterdam hacia París, fue evacuado y registrado después de que se profirieran amenazas contra dicho vuelo en Twitter, anunció la Gendarmería Real Holandesa.

 

Demanda a aerolínea

 

Apenas el viernes, el estadunidense Yanic Abotvul, de origen israelí, anunció que demandará a la aerolínea Spirit Airlines, después de ser detenido y ser tratado “como un terrorista, probablemente porque me veo diferente de las demás personas que estaban en el avión”. Esto, al ser sospechoso de una falsa amenaza de bomba que resultó falsa y que obligó a regresar a un avión a Florida.

 

Abotvul, ciudadano estadunidense desde hace nueve años, declaró al Canal 23 local que fue detenido por más de cinco horas sin que nadie le diera una explicación.  El Airbus A320 con 92 personas a bordo fue obligado a regresar la noche del jueves pasado al aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida, 15 minutos después de haber partido rumbo a Minneapolis, Minnesota.