Si alguna duda había, el fin de semana quedó disipada:

 

–Colima no está ni estará a negociación.

 

O sea, si Jorge Luis Preciado quiere ser gobernador y dar lustre a su partido, Acción Nacional (PAN), tras la férrea impugnación ganada con pruebas ilegales, sólo tiene un recurso: ganar en las urnas.

 

Vayan dos acotaciones antes de continuar con la información:

 

Pruebas ilegales porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial (TEPJF), de Constancio Carrasco, validó una grabación indebida, obtenida sin mandato judicial por el PAN y su candidato, Jorge Luis Preciado.

 

Y éste deberá obtener el triunfo en las casillas porque en junio pasado lo perdió con 503 votos y no por errores de sus dos adversarios, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y José Ignacio Peralta.

 

Fue porque el entonces gobernador, Mario Anguiano Moreno, jugó contra su correligionario y para ello envió a su secretario de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar, a operar programas oficiales y a manchar la elección.

 

Por ello y por instrucciones del dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI ha puesto marcación estrecha a su denuncia y no descansará hasta ver sancionado a Salazar y, de ser el caso, al mismo Anguiano Moreno.

 

Pero tampoco dará tregua a Preciado, a quien los priistas ligan a la prostitución, a la especulación inmobiliaria y delitos en contra de los ecosistemas en varias regiones de Colima.

 

Tampoco en esto habrá cesiones del PRI y Beltrones: reúnen información y pruebas para utilizarlas en doble vía, en la campaña y ante las autoridades judiciales y electorales del país.

 

Preciado y su expediente de prostitución

 

A cada pregunta específica, Manlio Fabio Beltrones responde con una frase de campaña:

 

–Vamos a ganar.

 

En ese objetivo no serán obstáculo siquiera los correligionarios.

 

Si se va a actuar contra el ex gobernador Mario Anguiano Moreno y el ex secretario Rigoberto Salazar –el paso pendiente al interior del PRI es la expulsión–, también habrá denuncias públicas.

 

Ya están, de hecho.

 

El candidato Peralta ya culpó de la anulación a las traiciones instrumentadas por el ex gobernador Anguiano Moreno y conforme avance la campaña aparecerán sus operadores.

 

Sólo así se explican dos cosas: el crecimiento de Jorge Luis Preciado hasta remontar casi 26 puntos en unos meses y los triunfos panistas en municipios y en el Congreso del estado.

 

Cuando están a punto de iniciarse las campañas –los registros del panista Preciado y el priista Peralta ya son formales–, hubo reuniones al mayor nivel y se tomó la determinación:

 

–El PRI no cederá Colima.

 

Al gobierno y a su partido no le importan otros eventos, como son las reformas pendientes –una de ellas es la transparencia y lucha contra la corrupción, tan cara al panismo– a cambio de un estado.

 

Tampoco están a negociación las dos plazas ministeriales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para sustituir a los salientes Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza.

 

Dicho en términos coloquiales, se acabó el margen de maniobra del PAN.

 

Orgullos de la ministra Sánchez Cordero

 

La ministra Olga Sánchez Cordero prepara su retiro en dos semanas para regresar a su notaría pública con afirmaciones de no estar arrepentida sobre sus decisiones en la Corte.

 

Dos orgullos tiene: la despenalización del aborto en embarazos tiernos y la liberación de la secuestradora francesa Florence Cassez, cuya defensa llevó de principio a fin al más alto nivel.

 

Por algo fue condecorada por el gobierno de Francia.

 

Su justificación: ella no juzgó los delitos de la secuestradora, sino el proceso y en éste “se corrompió todo el proceso penal”.

 

Quién sabe, los mejores abogados lograron lo concedido por Sánchez Cordero: la libertad de una mujer dedicada a cuidar rehenes inocentes, a ayudar a mutilarlos y a enriquecer bandas criminales.

 

Ah, pero esas víctimas se quedan con su dolor y su injusticia gracias a Olga Sánchez Cordero.

 

Esto no le pesa a la ministra.