Tras dos años y dos meses, la tarde de ayer, autoridades de la Delegación Cuauhtémoc compactaron el plantón que había instalado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la explanada del Monumento a la Revolución.

 

Los 120 trabajadores de la demarcación que ingresaron al campamento sólo encontraron a siete personas que seguían viviendo ahí.

 

Los profesores llegaron ahí después de que en septiembre de 2013 la Policía Federal los expulsó del Zócalo de la Ciudad, donde se habían instalado para protestar contra la aprobación de la reforma educativa. Estuvieron de manera intermitente en el Monumento; incluso, durante 2014, hubo un momento en que se pensó que serían retirados ante las protestas de los comerciantes de la colonia Tabacalera, pero eso no ocurrió.

 

El plantón se había convertido en un centro de comercio para las personas que pernoctaban: había puestos de venta de ropa regional, tiendas de abarrotes e incluso una especie de central clandestina de la cual salían viajes diarios a la ciudad de Oaxaca en autobuses turísticos. Fue a partir del pasado 20 de julio cuando se quedó sólo definitivamente.

 

En esa fecha, los gobiernos federal y estatal anunciaron la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y a partir de entonces, la mayor parte de los maestros que resguardaban el plantón regresaron a su estado. Siete días después, en un conteo de este medio, había 50 carpas instaladas y menos de 15 personas viviendo ahí.